1 de junio de 2022

Creer, crear y crecer

Creer en ti, en tu propósito y en tu pasión te ayudará a tener la fortaleza en los momentos que más desees detenerte.
Confía

Sí, todos sabemos que el reto del emprendedor es grande, pero algo que solemos olvidar es que mucho recae en nuestra capacidad de creer que somos capaces de alcanzar el éxito. Mantener una actitud optimista nos brinda la capacidad de ver oportunidades en lugares donde otros solo logran visualizar puertas cerradas.

Situación: Tienes una junta con un cliente prospecto el cual, por recomendación, confía en tu empresa. Éste te expone sus necesidades afirmando que cumplir con los requerimientos que solicita puede ser complicado. Ahora, en este momento, y para aquellos negocios que solo buscan cumplir por cumplir, lo más sencillo sería afirmarle al cliente que, en efecto, ejecutar ciertos lineamientos es imposible, pero a diferencia de ellos, tú y tu negocio deben entrar como diferenciador con la confianza de poder ofrecer soluciones con base en la experiencia.

Tan solo piensa en esto, si esta persona se puso en contacto contigo entre, probablemente, muchas otras opciones y tienes la oportunidad de demostrar todo aquello que tu negocio puede ofrecer, ¿qué te detiene? Ganarte la confianza de tus clientes sí depende también de la seguridad con la cual te desenvuelvas ante ellos.

Crea oportunidades
En relación al punto anterior, recordemos lo siguiente: “[…] ver oportunidades en lugares donde otros solo logran visualizar puertas cerradas.”

Crear oportunidades en realidad significa salirnos de nuestra zona de confort, que para este punto sabemos es una constante si deseamos sobrevivir en un mundo lleno de gente emprendedora. Por ello, la mejor manera de hacerlo es atreviéndonos a hacer las cosas de una forma distinta: entablar conversaciones con distintos tipos de personas, acudir a eventos de emprendedores aún sin conocer a nadie, etcétera. Las oportunidades surgen muchas veces de donde menos lo consideramos.

Situación: LinkedIn es una de las mejores herramientas para crear un primer contacto con gente afín a tu área de negocio. A mí en lo particular me sucedió tras recibir una solicitud de una persona del área de comunicación que no conocía.

Su información de contacto me resultó interesante y decidí escribirle ese mismo día; en dicho mensaje le comenté sobre mi experiencia, mi empresa, sus servicios y cómo consideraba que podría resultar interesante trabajar en conjunto. Horas más tarde, recibí un correo con una propuesta de día y hora para vernos.

Mi aprendizaje más grande fue el darme cuenta de que nadie nos limita de crear oportunidades y que no perdemos nada con arriesgarnos.

Recuerda, el no ya lo tienes, ¿qué vas a hacer para obtener el sí?
Enfócate
La vida de un emprendedor se rige, entre muchos otros aspectos, por el cambio. Esto, en ocasiones, nos orilla a resolver situaciones a prueba y error con la finalidad de alcanzar objetivos y metas en concreto, cuando en realidad, y desde un inicio, podríamos utilizar un buen enfoque para obtener de una manera más confiable aquello que deseamos para nosotros y nuestras empresas.

Situación: Al vivir largas jornadas laborales, darnos cuenta de que el trabajo no se termina o no llega, es normal que surja el momento en que nos cuestionemos: “¿por qué estoy haciendo esto?”

Si actualmente te es difícil responder esta pregunta, es probable que tu enfoque no esté claro, que éste haya evolucionado o simplemente que aún sea inexistente. Ahora bien, si notas que tu enfoque actual no está dando resultandos, es válido redirigirlo hacia una nueva dirección que resulte mucho más favorable.

Aprende
Al mantener vivo el deseo por aprender tendencias nuevas sobre tu área de negocio, el mundo, idiomas u otras culturas estás alimentando tu creatividad e incorporando nuevas habilidades a tu vida diaria. Lo habrás escuchado anteriormente, pero es una realidad que en un mundo que está en constante cambio es inevitable no adaptarnos y ofrecer servicios, productos o soluciones que satisfagan lo que el público solicita.

Situación: Obsérvate desde afuera como si tú fueras el cliente. ¿Qué preguntas te harías? ¿Qué dudas te surgirían? ¿Cuáles serían tus requerimientos? ¿Qué esperas del producto o servicio que ofrece tu empresa? ¿Qué está haciendo la competencia? ¿Qué necesitas mejorar? ¿Qué hay de nuevo allá afuera? Adelantarnos a las expectativas o preguntas de un cliente es también una forma de aprender sobre nuestro propio negocio. 

MPC Coaching

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