27 de diciembre de 2017

Clima laboral: Que fluya la armonía Parte II


Que fluya la armonía

El ser humano armonioso, relajado e ilusionado tiende a desempeñar satisfactoriamente su rol interno y externo optimizando resultados a través de un buen clima laboral y motivado acompañado de:
  • Excelentes condiciones de trabajo: que existan estándares de prevención y seguridad.
  • Buenas relaciones interpersonales y comunicación afectiva-efectiva.
  • Interacción social, equipos de trabajo y líderes que interactúen positivamente entre sí.
  • Reaccionar efectivamente y adaptarse a los cambios.
  • El factor reconocimiento y sus recompensas.
  • Generar la confianza entre empleados y sus líderes.
  • Fomentar el desarrollo personal y profesional de todos los miembros de la organización.
  • Fijarse metas y objetivos a corto y mediano plazo.
  • El sentido de pertenencia, la entrega y la pasión hacia las cosas que nos satisfagan y nos hagan sentirnos feliz.
  • Crear espacios de relajación y propiciar la creatividad e innovación.
  • Importante el buen sentido de humor: la risa relaja las tensiones y tiene un efecto sanador que estimula la secreción de endorfinas y puede mejorar los estados depresivos y de ansiedad.

Para que todo lo anterior pueda surgir, las buenas relaciones y el buen estado emocional de cada miembro son la base de cualquier proceso motivacional y armonioso, inmersos dentro de un marco lleno de respeto, equidad, cordialidad y justicia, el cual hace que se retenga la pieza clave en toda organización: el capital humano.

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26 de diciembre de 2017

Clima laboral: Que fluya la armonía Parte I


La armonía significa equilibrio en las proporciones entre las distintas partes de un todo. Para que exista la buena vibra y la energía positiva es meritorio propiciar la armonía en los entornos donde nos desenvolvemos día a día. Una muy antigua teoría de Leibniz (1646 - 1716) considera que "el universo tiene la suficiente armonía para que todas las especies y elementos que lo forman puedan existir y coexistir, tanto individual como colectivamente con o sin influencias entre ellos". Aplicando esta teoría al contexto laboral, la armonía logra que una empresa u organización pueda trabajar por un bien común, no importa cuán diversos sean sus individuos, siempre y cuando trabajen al unísono, tomando en cuenta que el esfuerzo individual es necesario para lograr el "éxito" entre sí. Mantener un buen entorno laboral es una meta indispensable de toda organización. Si promovemos un proceso motivacional y armonioso, por naturaleza vamos a sentirnos bien con nuestro yo interior y seguramente la reacción será afirmativa en el lugar donde nos desempeñamos, compartimos ideas y tareas diariamente. 

En investigaciones y encuestas realizadas, se pudo observar que cuando las personas interrogadas se sentían bien en su trabajo, tendían a atribuir esta situación a ellos mismos, mencionando características o factores intrínsecos como: los logros, el reconocimiento, el trabajo mismo, la responsabilidad, los ascensos, etc. En cambio, cuando se encontraban insatisfechos tendían a citar factores externos como: las condiciones de trabajo, la política de la organización, las relaciones personales, etc. (Herzberg, Mausner y Snyderman, 1967). 

La organización es responsable de definir y garantizar un adecuado de clima organizacional positivo. Parte del éxito de una organización son los niveles de motivación de sus recursos humanos, las actitudes y opiniones de los miembros de la organización en aspectos claves de la misma. Entonces, ¿es necesario llegar al extremo de utilizar métodos o rituales para que fluya o exista la armonía?

"Para que un recurso humano se sienta motivado, antes debe estar satisfecho y en armonía con la labor que realiza" - Vanessa I. Vélez 

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7 de diciembre de 2017

Self-Coaching: En sintonía con su desarrollo personal


Usted sabe que posee todas las herramientas personales y profesionales para salir adelante. Mantiene una comunicación constante con sus aliados y su Currículum Vítae se encuentra al día. Sin embargo, ¿qué elementos resultan indispensables en esta nueva etapa en que se encuentra, para así continuar su trayectoria hacia el desarrollo personal y profesional? 
El "desarrollo personal" o "crecimiento personal" ("self-development") se define como el desarrollo de aquellas potencialidades humanas que se encuentran en su "paquete" personal, tomando en cuenta la edad y la etapa de vida en que se encuentra. En este caso, el aprendizaje, la autoconciencia y el nivel de introspección, la curiosidad por el conocimiento actualizado, la acción de enfocarse en el "aquí y el ahora" y la creatividad e innovación son elementos fundamentales para alcanzar ese nivel anhelado que va más allá del desarrollo natural de todo ser humano.
Para tales fines, usted deberá cultivar aquellas destrezas relacionadas a la responsabilidad individual y colectiva -o la capacidad de responder por sus actos- la autonomía en cuanto a la búsqueda del conocimiento, el interés por trascender de acuerdo con su misión y visión personal y el balance emocional como filosofía de vida. Resulta importante señalar que el "desarrollo personal" no es sinónimo de "psicoterapia": la psicoterapia está dirigida a la observación, el diagnóstico y el tratamiento de signos, síntomas y situaciones psicosociales en un contexto clínico, mientras que el desarrollo personal corresponde a la travesía individual y a la búsqueda interior que va más allá de una situación emocional específica.
Para comenzar a sintonizar con el "desarrollo personal" o el "crecimiento personal", le ofrezco a continuación algunas sugerencias importantes:
1. Conviértase en autodidacta. Tome responsabilidad por el conocimiento que debe adquirir. Aproveche  cursos en línea y seminarios, preferiblemente de tiempo corto (1 ó 2 días). Sugiera nuevos cursos como parte de las formaciones de su empresa o negocio.
2. Haga una lista de diez personas destacadas que siempre haya admirado. Estudie su biografía, analice sus momentos de gloria y los momentos de transición. Explore qué cualidades tienen estos individuos y comience a emular tales características en sus relaciones con los demás.
3. Sea sutil con los errores. No lo olvide: es normal cometer errores, no se exija demasiado. Analice cómo usted ha resuelto situaciones específicas en el pasado o cómo ha manejado ciertos errores repetitivos.
4. Educación y diversidad. Explore sobre la disponibilidad de cursos de otras disciplinas y compleméntelas en sus tareas actuales.
5. Cultive aliados que se encuentren en su misma sintonía. Establezca grupos de lectura sobre temas de crecimiento personal y elabore actividades que permitan que usted y sus colegas puedan evolucionar más allá de las actividades de capacitación tradicionales.
6. Entreviste y conozca a personas exitosas. Pregúnteles cómo manejaron ciertas dificultades y escuche sus secretos para triunfar. Nuestros grandes maestros pueden estar justo al frente de nuestra oficina.
7. Haga una búsqueda en Internet sobre becas para talleres de crecimiento personal en otras ciudades y solicite fondos para formaciones dentro de su empresa.
8. Concéntrese en aquellas tareas que usted o su empresa requieren para mantener vigente sus funciones y adquiera nuevas destrezas. Sea capaz de apoyar a otros empleados en el desarrollo de determinadas habilidades o en la ejecución de nuevas tareas.
9. Conviértase en maestro. Cree nuevos adiestramientos para ofrecerlos en su empresa. Busque aliados que le incorporen un valor añadido a su producto intelectual y comparta así dicho conocimiento con los demás. No hay nada más sabio que convertirse en un maestro-aprendiz y en aportar al capital intelectual de su empresa.
No lo olvide: la semilla única e irrepetible de su vida ya ha crecido. Ha llegado el momento de florecer. 

¿Qué hará, aquí y ahora, para alcanzar su máximo potencial y disfrutar las hermosas riquezas que existen en su interior?


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1 de diciembre de 2017

Haz Crecer a Tus Empleados


Que tu equipo alcance su máximo potencial mejorará tus resultados, generará lealtad y bajo índice de rotación. 

Algunos dueños de negocio tienen la costumbre de evaluar a sus colaboradores como mínimo una vez al año. En ese momento, los miembros del equipo conocen cómo ha sido su desempeño, qué es lo que han hecho bien y cuáles son sus áreas de oportunidad. Pero, ¿qué sucede los otros 364 días del año? 

El Coaching es un acercamiento diferente para desarrollar las capacidades de los integrantes de tu organización. Así, a través de la instrucción constante, el personal tiene la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Esto se logra con retroalimentación constante, enseñanza y aprendizaje. Más allá de confiar únicamente en una lista de preceptos, apoya a tus empleados a lo largo de todo el camino para que cumplan con sus objetivos. 

Si se lleva a cabo de la manera correcta, el Coaching es un mapa hacia el éxito. Ojo: si se implementa erróneamente, puede despertar sentimientos de desprecio, represión y regaño. Para que esto no suceda, los pasos detallados que se presentan a continuación te ayudarán a crear un ambiente de trabajo armónico. 

1. Construye relaciones de confianza mutua. La base del coaching está sustentada en la relación diaria entre el director y sus colaboradores. Sin un grado adecuado de confianza puede ser imposible de realizar. 

2. Aclara el propósito. En una junta es importante que la persona a cargo defina la finalidad de la reunión. Lo esencial es que el tono de la explicación sea correcto, sin ser acusatorio. La clave de este paso es establecer, amistosamente, el objetivo por el que se programó la cita. 

3. Llega a un acuerdo. Quizás el proceso más crítico es conseguir que un empleado acepte de forma verbal que existe algún problema en su desempeño. Un error común de los directivos es evitar tocar el tema o darlo por sentado. Sin embargo, un buen líder debe ser capaz de identificar la naturaleza del inconveniente y estar consciente de las consecuencias. Para hacer esto, es recomendable especificar cuáles son las áreas en las que hay que trabajar. 

Al respecto, estos tres tips te pueden ser de gran utilidad: 

- Cita un ejemplo concreto en el que haya surgido un problema de desempeño. 

- Aclara tus expectativas de la situación. 

- Pide la aprobación de los demás antes de tomar una decisión. 

4. Explora alternativas. La siguiente etapa consiste en explorar la manera de mejorar o corregir la situación, al motivar que el mismo empleado identifique distintas alternativas y soluciones. Evita ser tú quien propone estas posibilidades, a no ser que el colaborador sea incapaz de pensar en alguna opción. También es recomendable insistir en alternativas específicas. El objetivo es maximizar el número de opciones y hablar de sus ventajas y desventajas. 

Este paso implica desarrollar habilidades como la pronta reacción y el desarrollo de conceptos. En otras palabras, deberás reconocer las sugerencias del miembro del equipo, hablar de los pros y contras, solicitar otras alternativas y pedirle que resuelva el asunto que discuten. 

5. Compromételos a actuar. A continuación, tienes que ayudar al personal a escoger una alternativa, sin elegir por ellos. Asegúrate de lograr un compromiso verbal del curso a seguir y, sobre todo, cuándo será tomado. 

6. Aprende a manejar las excusas. En cualquier punto de la junta pueden surgir los pretextos. Para procesarlos, replantea el comentario y enfoca de otra manera el punto a tratar, sin que esto sea acusatorio, sino un estímulo para que tu interlocutor examine su desempeño. Es muy importante que el empleado se sienta apoyado y entendido en todo momento. 

7. Retroalimenta a tu personal. Los mejores guías de coaching entienden el valor y la importancia de retroalimentar continuamente a los miembros de su equipo, tanto positivamente como de manera correctiva. Para llevarlo a cabo, el discurso debe observar algunas características: 

Oportuno. Los comentarios deben de ocurrir tan pronto como la interacción se realice o se termine un proceso. 

Específico. Enunciados como “hiciste un buen trabajo” o, al contrario, “no brindaste un buen servicio al cliente” pueden resultar demasiado vagos. Sé más específico en cuanto a qué comportamiento te gustaría que se repitiera o cambiara. 

Dirigido. Enfócate en el “qué”, no el “por qué”. Evita que la retroalimentación suene como un juicio. Empieza por “observé que” o “he visto”, y después describe el desempeño. Asimismo, deja en claro el impacto que la acción ha tenido en el equipo o en el cliente. 

Sincero. Utiliza un tono de voz aprobatorio y sincero. Excluye cualquier enojo, frustración, decepción o sarcasmo. 

Al final, una retroalimentación positiva refuerza que el empleado alcance su máximo potencial. Las personas tienden (por naturaleza) a brindar un mejor esfuerzo cuando son reconocidas y apreciadas. Cuando el feedback es correctivo y no se maneja de manera apropiada, puede ser una importante fuente de fricción y conflicto. En contraste, si se lleva a cabo apropiadamente, lo más seguro es que el equipo experimentará efectos positivos y un desempeño mucho mejor. 

Fuente: SOYENTREPRENEUR


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23 de noviembre de 2017

Visión Compartida


Visión es la acción y el efecto de ver, visualizar una imagen como real.


La Visión en la Vida es un elemento clave para no bajar las manos en medio del camino, ya que de esta manera tendremos claro hacia dónde vamos, sea en el trabajo, en el matrimonio, en cualquier tipo de sociedad o comunidad donde nos desenvolvamos.

Si no hay una visión compartida y cada individuo tiene su propia idea de hacia dónde ir y como lograrlo, no existirá jamás un trabajo en equipo, y lo cierto es que como humanos estamos diseñados para trabajar en equipo y vivir en sociedad.

Imagínese un auto, ¿qué pasaría si cada rueda tomara un rumbo distinto?, el auto no avanzaría jamás y terminaría por romperse. Es igual en las organizaciones o grupos sociales de los que formamos parte; si no existe una visión, un destino compartido, no se llegará muy lejos.

Esta visión tiene que ser motivadora, tanto, que no importen las dificultades en el camino, es la visión en sí misma, la que nos moverá a la acción.

Te propongo algo, fija una visión en tu vida, en tu matrimonio, en tu relación de pareja; en tu comunidad, organización o empresa. Redáctala en positivo, es decir, en función a alcanzar algo bueno, en lugar de dejar algo malo; Que esta visión sea alcanzable y que te motive lo suficiente como para pagar el precio de lograrla.

Citando a Antony de Mello diré que “El ir contra la realidad, haciendo problemas de las cosas, es creer que tu importas. Y lo cierto es que tú, como personaje individual, no importas nada. Ni tú, ni tus decisiones, ni acciones importan nada en el desarrollo de la vida; es la vida la que importa y ella sigue su curso. Sólo cuando comprendes esto y te acoplas a la unidad, tu vida cobra sentido”
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10 de noviembre de 2017

El orgullo, nuestro mejor amigo y el peor enemigo

A pesar de que algunas personas consideran que el orgullo es algo bueno, hemos comprobado que es la causa de muchas discusiones, enfrentamiento con los amigos o los compañeros de trabajo, malos entendidos, etc., e incluso en Coaching puede llegar a ser un obstáculo para progresar, tanto para el coach como para el coachee.


       
Decía El Quijote: "Yo sé quién soy", y es curioso porque uno de los efectos del orgullo es que no nos deja ver ni ser quiénes realmente somos, es más, a veces nos hace deambular por caminos totalmente ajenos a nuestra forma de ser y andamos sin posibilidad de retorno empujados por una fuerza interior que no nos deja ceder ni tan siquiera ante la razón.
       
Aunque ya de adulto he logrado controlar en gran medida los efectos malignos del orgullo, reconozco que durante gran parte de mi vida ha sido uno de mis grandes problemas. Últimamente me ha ayudado mucho el aplicar como elemento de control un concepto de negociación que Jim Camp emplea en alguno de sus libros, y que él denomina la "no necesidad" y que yo he extrapolado para uso en mi vida personal y profesional.
      
¿No le ha ocurrido que ha discutido con un amigo, un alumno, un profesor, su marido o esposa, teniendo o sin tener razón, y no ha sido capaz de finalizar la discusión, o días después de hacer las paces con esa persona? A mí me ha ocurrido muchas veces y lo que recuerdo me pasaba algunas veces por la cabeza era: "¿Por qué tengo que ser yo el que dé el primer paso?". La respuesta era porque tenía la "necesidad" de: tener la razón, quedar bien, etc. Creo que nuestro orgullo nos produce una necesidad de mantenernos en una posición antinatural que obedece mayormente a una satisfacción de nuestro "Yo" interior.

Si lo pensamos bien, realmente sólo tenemos necesidad de respirar, alimentarnos, beber agua, dormir, vestirnos y poco más. El resto son deseos, pero que de ninguna manera limitan nuestra supervivencia. Generalmente olvidamos esto y hacemos imprescindible y defendemos con gran vehemencia cosas, actitudes o pensamientos mundanos, que realmente no tienen importancia para nuestra vida.
       
El psicólogo, Fernando Moreno, platica en una cuento de un mono y unos cacahuetes que viene como anillo al dedo. Decía así: "En algunas zonas de África se cazaban los monos atando bien fuerte al árbol una bolsa de piel. Ponían en su interior cacahuetes, la comida preferida del mono. En la bolsa había un agujero de tamaño tal que por él podía pasar justamente la mano del mono, pero que una vez llena, cerraba el puño y ya no podía sacarlo de la bolsa de cuero. ¡Pobre mono! Cuando veía que no podía sacar el puño lleno de cacahuetes por el pequeño agujero se ponía furioso, chillaba e intentaba huir. Todo era inútil. Por esfuerzos que hiciera no podía sacar la mano de la bolsa. Entonces el cazador salía del escondrijo. Cogía al mono. Le daba un golpe seco en el codo. El mono abría la mano y soltaba los cacahuetes. Así de fácil: con sólo abrir la mano y desprenderse de los cacahuetes el mono se hubiera salvado".
       
¡Cuántos son los que quedan cogidos, aprisionados, aferrados, atados a sus egoísmos o son arrastrados por negras pasiones que les destruirán y que en un inicio podían haberse liberado de ellas!

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26 de octubre de 2017

Desarrollo del Liderazgo

Al preguntarse por qué no hay mejores líderes con todos los recursos que se invierten en programas de aprendizaje, de seguro la respuesta es compleja, pero una parte se debe a que no se están desarrollando adecuadamente las habilidades y competencias de liderazgo, y hasta en muchos casos se ignoran. Hoy está claro que no se puede utilizar el poder posicional para jefear a los equipos, se debe liderar. Muchos gerentes suelen confundir la administración con el liderazgo, y se sabe que un gerente o jefe no necesariamente es un líder y que un líder no necesariamente tiene un puesto alto o tiene gente a su cargo. Por eso es necesario tener en cuenta las competencias para ejercer un buen liderazgo.


Como tradicionalmente el enfoque para nombrar a los gerentes es el orientado a resultados, entonces buscan gerentes que se destaquen por sus conocimientos o experiencia técnica, son gerentes solucionadores de problemas, pero sin liderazgo. Lo correcto sería seleccionar gerentes que posean, además de amplios conocimientos, probadas habilidades para liderarse a sí mismos, y saber liderar personas y equipos, que estén orientados hacia los resultados y las personas. Este sería el enfoque del gerente-líder, que da el ejemplo, que construye personas y equipos, y sabe que los resultados los producen personas y equipos inspirados y motivados.
Desarrollar las habilidades de liderazgo gerencial debe estar entre los objetivos estratégicos organizacionales. Esto se logra con diversas herramientas a través de programas de aprendizaje, Coaching Ejecutivo y aprendiendo a liderar liderando, no en el aula. Los adultos aprenden mejor cuando ven cómo el aprendizaje impacta y está alineado con las metas del trabajo.
Recordemos que existe una relación directa entre la efectividad de un líder y la productividad y los resultados de la organización.

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24 de octubre de 2017

Las aplicaciones prácticas del Coaching

Si viéramos la vida como una pista de carreras, con todos nosotros detrás de las ruedas de nuestros coches de Fórmula 1, sería más claro entender las aplicaciones del Coaching en la vida cotidiana.



El Coaching tiene muchas aplicaciones útiles, prácticas, puede ayudar a las personas a gestionar el día a día mejor y no hay magia ni vudú.


Volvamos a la analogía de la pista de carreras, estamos corriendo sobre la pista y de repente algo sucede: un acontecimiento externo (por ejemplo, un coche que viene en sentido contrario) o un acontecimiento interno (por ejemplo, un miedo que aparece en nosotros y nos perturba)


Existen determinados eventos que son escenarios que implican cambios inesperados o no deseados, cambios en los pensamientos o sentimientos, frustraciones o hechos desconcertantes.


El conductor que experimenta un evento externo reacciona. Se encuentra con que debe desviarse de su curso y comenzar a perder velocidad. El conductor se siente desorientado porque ve peligrar su carrera.


El conductor que experimenta un evento interno a veces se bloquea. Se encuentra con que sus reacciones son lentas, su nivel de estrés aumenta y su confusión es clara.

Ahora, se requiere ayuda para ganar la carrera…

Este es el concepto de la auto-realización, es la mejor versión de nosotros mismos que podemos ser. Asegurar que nos mantengamos fieles al “plan de carrera” y que vamos a poner en marcha nuestros mejores recursos para alcanzar el logro propuesto.

El Coaching es como una carrera en cierto modo.

Es un espacio conversacional que la gente puede usar siempre que lo necesite durante el tiempo que necesite, para múltiples aplicaciones prácticas:
  • Hacer un balance de nosotros mismos y adquirir más poder personal. 
  • Ayudarnos a trazar un objetivo consistente y realizar nuestro plan de acción personal. 
  • Elaborar el plan de carrera, lo que permite hacer planes para el futuro en una organización o por mi propia cuenta. 
  • Aprender a tomar mejores decisiones. 
  • Mejorar nuestras relaciones de pareja y afectivas. 
  • Ser líderes exitosos en tiempos de cambio e incertidumbre. 
  • Gestionar mejor nuestro tiempo para llegar a todo lo que necesitamos. 
  • Reducir nuestros niveles de estrés. 
  • Ayudarnos a presentar nuestro mejor medio audiovisual: nosotros mismos, en presentaciones eficaces llenas de “magia”. 
  • Alcanzar nuestra libertad financiera. 
  • Ser más creativos. 
  • Manejar nuestro cuerpo y nuestra voz para ser más impactantes y relacionarnos mejor. 
  • Ser mejores padres y aprender a mantener relaciones adecuadas con nuestros hijos. 
  • Y muchas más cosas… 
La sensación de que las cosas que uno quiere están a su alcance, siempre que se puedan controlar, es lo más increíble del Coaching.

Los Coaches son los fontaneros, mecánicos, ingenieros de "situaciones de vida diferentes”, listos para desbloquear y ayudar en los desafíos, problemas y obstáculos que enfrentan los clientes (coachees) para que puedan seguir adelante.

Para una persona, el mejor momento para entrar en los “boxes” del circuito, es atendiendo de forma rápida las señales de alerta temprana de los problemas y no cuando el indicador de combustible está en rojo, las llantas con clavos y el vehículo está fuera de control.

El cliente experimenta una enorme sensación de alivio que lo hace moverse hacia adelante. Es el progreso con “P” mayúscula. La confianza comienza a aumentar ya que hay una toma de conciencia de donde estoy y a donde llegar. El pensamiento se hace más positivo, comienza a echar raíces, y luego de este proceso, comienza a ganar impulso. Se trata de un "ciclo virtuoso” que da lugar a muchos otros.

A todos nos sacó del curso de nuestra carrera, por una razón u otra, en diferentes puntos de nuestra vida, un evento externo o interno, o ambos a la vez, y debemos estar preparados para ser los héroes de la pista que asumen la responsabilidad por su desempeño y su propio progreso, y hacer una parada en boxes cuando lo necesitamos, con un Coach.

No lo dudes: aplica Coaching en tu vida. Es práctico y es aplicable a múltiples situaciones.

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12 de octubre de 2017

La culpa sin ira

A pesar de que "la ira" es sólo uno de los muchos sentimientos que experimentamos, la mayor parte de las veces usted se puede sentir mal consigo mismo cuando se enfada. El hecho es que usted puede elegir sus pensamientos y acciones, pero sus "sentimientos" pueden vengarse de usted.


Así que sentirse mal o culpable por estar enojado es innecesario. Cuando usted se siente violado de alguna manera, su cerebro ordena el sentimiento de ira. No es el sentimiento el problema, sino más bien el "comportamiento" que resulta de sus sentimientos. Entonces, ¿cómo nos comportamos cuando nos enojamos?
No es su culpa
Desde la infancia hasta la edad adulta hemos desarrollado pensamientos y creencias específicas. Lo que pensamos determina cómo nos sentimos y cómo actuamos. Los pensamientos y las creencias que tiene son a menudo las de sus padres, los maestros, los medios de comunicación, su escuela, etc..., pero no es frecuente que provengan de nosotros mismos.
Usted puede cambiar
Como sus pensamientos y creencias crean sus sentimientos y perspectiva de la vida, es necesario hacer un inventario en algún momento. Ya no es un niño. Usted puede cambiar su "auto-conciencia" y examinar su "viejas ideas". ¿Usted piensa que sus todos sus sentimientos trabajan a favor o están provocando perjuicios en su vida?  Conteste la pregunta.
Este es un elemento importante en el manejo de la ira: aprender a contestar esta pregunta cuando se presenta una situación que le puede provocar ira.
La ira es un "toque de atención" - una oportunidad para hacer balance de uno mismo y controlar el sentimiento que no funciona a su favor  y empezar a aprender cómo cambiar para mejor.
El Coaching es un medio muy efectico para el manejo de la ira, mediante un proceso profundo y emocionante con su Coach que le hará sentirse mejor.

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9 de octubre de 2017

Coaching o entrenamiento emocional

Con este anglicismo (cuya traducción es “entrenamiento”), importado desde el mundo del deporte al de la empresa, que cada día escuchamos más a menudo, se está haciendo referencia al concepto socrático de “Mayeútica”, un concepto no tan reciente, y sin embargo, salvando las distancias del contexto, prácticamente con idéntico significado.


Sócrates instauró este modelo de enseñanza, basado entre maestro y discípulo, con la intención de que este último, sacará afuera el conocimiento que latía en él. De aquí el nombre de Mayeútica, que en griego hace referencia al arte de ayudar a procrear, a parir, a sacar de dentro a fuera. También es atribuida a Sócrates la frase inscripta en el Templo de Apollo en Delfos: “Conócete a ti mismo”.
No obstante, aunque ya Sócrates, a través del arte de hacer preguntas, ayudara a otros a que conectaran con su propia fuerza personal con el fin de que consiguieran sus propios objetivos, no fue hasta finales del siglo pasado cuando tuvo una aplicación en el mundo de la empresa. La idea tuvo una evolución del deporte hacia el mundo de los negocios, aparentemente sencilla: Timothy Gallwey descubrió que lo que realmente dificultaba a los deportistas la consecución de sus objetivos, no era otra cosa que su propia mente, y empezó a trabajar con ellos estos aspectos, optimizando los resultados de sus deportistas entrenados. Poco más tarde, este modelo de entrenamiento emocional, se exportó a la empresa, y posteriormente a la esfera personal.
El Coach o Facilitador, va a ayudar a que emerjan las dificultades, y sobre todo, las limitaciones que afectan a la consecución de los objetivos de la persona en entrenamiento, para posteriormente abrir posibilidades nuevas, y poder diseñar así, acciones que le hagan caminar hacia los resultados queridos.
Lo que aparentemente parece innecesario o superfluo, adquiere su importancia real en el contexto de empresas avanzadas, que requieren entrenar formas de trabajo como la colaboración y la participación, o mejorar el clima laboral con el fin de prevenir que la competitividad extrema derive en conflictos que afecten a la producción. La complejidad que adquieren, en algunas empresas, las relaciones interpersonales, hace realmente difícil innovar, tomar decisiones, diversificar los intereses empresariales, o siquiera, trabajar eficazmente. Y a menudo, ante estos desafíos, se responde con disfunción.
El filósofo y afamado escritor estadounidense Eric Hoffer, que fue uno de los primeros pensadores que reconocieron la trascendental importancia de la autoestima y del control de las emociones para un bienestar psicológico, escribía: “En épocas de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro. En tanto, quienes creen saberlo todo, se encontrarán maravillosamente equipados para operar en un mundo que dejó de existir.”
Por lo tanto el reto está planteado: ante una compleja red de escenarios interrelacionales, y unos contextos globales impredecibles, que nos reportan cada vez más incertidumbre, parece que, con el objetivo de optimizar resultados y de prevenir un estrés excesivo, se hace preciso un modelo directivo (y en lo personal, un modelo de aprendizaje) basado en el cuestionamiento constante, con el objetivo de ampliar nuestro conocimiento personal, y así expandir nuestros límites de acción. Dicho de otro modo: aprender de uno mismo en la diversidad de escenarios en los que se expone, haciendo que su actitud evolucione de percibirlos como una amenaza a percibirlos como una oportunidad.
En esta línea, cada día más empresas (empleados, directivos o empresarios), ponen en manos de especialistas externos, profesionales del coaching, el análisis de las dificultades emocionales que distancian a la empresa en la que trabajan, de ser una organización inteligente y efectiva. Un ambiente empresarial, en el que se cree un contexto emocional que permita, además de la consecución de los logros empresariales, los logros personales de cada uno de sus integrantes. En definitiva, una visión compartida, en la que intereses de empresa y de empleados se encuentren alineados, no confrontados.

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28 de septiembre de 2017

Curiosidad y Liderazgo

¿Qué rasgos o características tiene una persona curiosa?
¿Cómo se articula de manera concreta la curiosidad en una persona?
¿De qué manera el hecho de ser una persona con curiosidad puede hacer que sea un mejor líder?

Para dar respuesta a estas preguntas he consultado con compañeros de trabajo, he buscado en Google...

A continuación, resumo la información que he encontrado:

La curiosidad como motor que te impulsa hacia…
La persona curiosa se plantea preguntas. Para contestar a esas preguntas necesita buscar y eso, a su vez, hace que se ponga en movimiento, se relacione, y finalmente, avance en sus conocimientos o experiencia sobre ese tema en concreto. Para aprender hace falta cierta dosis de curiosidad.

Rasgos de personalidad de la persona curiosa
El curioso busca respuestas a sus preguntas, por tanto, de alguna manera necesita desarrollar ciertas habilidades de relación y comunicación. Si quiere que las personas le escuchen y le contesten, mejor que se acerque de una manera simpática y cordial.

La persona curiosa necesita también de estos recursos:

- Tener iniciativa para empezar a moverse
- Contar con cierta dosis de valentía para atreverse a plantearse y plantear preguntas
- Estar abierto a las nuevas opciones y posibilidades que vaya descubriendo

Esto le permitirá ir avanzando y aprendiendo y no quedarse en lo ya conocido. En este sentido, la persona curiosa sería como una especie de explorador-a.

¿Y qué relación tiene entonces curiosidad y liderazgo?

Para dar respuesta a esta pregunta he encontrado una frase de Warren Bennis, profesor estadounidense experto en liderazgo y empresa:

“Los líderes se distinguen de los demás por su constante apetito de conocimientos y experiencias, y, a medida que su mundo se amplía y se vuelve más complejo, sus medios de comprensión también se multiplican y se refinan” - Warren Bennis 

La curiosidad como base del intelecto
La curiosidad es un valor y una actitud hacia la vida. Como dice David Gergen, es la base del intelecto, pues toda esa información que hemos recogido gracias a nuestra curiosidad, después, hemos de ordenarla y organizarla, para poder transformarla en algo útil.

La curiosidad nos hace movernos para buscar. El intelecto nos permite organizar esa información que hemos encontrado de manera que podamos aprender y avanzar. 

Parece ser que la curiosidad, a veces infravalorada, es un valor extraordinario que puede ayudar a las organizaciones de hoy en día en sus procesos de innovación y liderazgo.
Y a ti… ¿qué te interesa? ¿Qué te hace sentir curiosidad? 
¿Te animas a explorar?

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25 de septiembre de 2017

Todos queremos un mundo mejor

Todos estamos consternados por los eventos que están pasando en el mundo entero y ahora en nuestro país. Todos los días las noticias son devastadoras y desalentadoras y en medio de nuestra indignación-frustración-impotencia, nos preguntamos qué podemos hacer para ayudar a que este maremoto mundial-nacional, que es la falta de amor, no siga arropándonos y deje de ahogar tantas vidas en la desesperanza y la agresividad.


El primer llamado es a nuestro interior, ya que todo cambio comienza por nosotros. ¿Cómo queremos que esto cambie si no estamos dispuestos a cambiar la deshonestidad por la honestidad? La ayuda de un Coach Certificado es vital ya que la disyuntiva comienza cuando lo que es honestidad para mi no es honestidad para los demás. Cuando nos comportamos como personas sin escrúpulos porque “eso todo el mundo lo hace”. Negociamos con nosotros mismos hasta el final para hacer cosas que sabemos no son las correctas y las seguimos repitiendo y “maquillando” hasta que llegan a convertirse en un mal hábito. Tanto seguimos en ese mal hábito que genuinamente pensamos que lo incorrecto es correcto. 

Un ejemplo de esto es pensar que las cosas que hacemos no importan y no tienen consecuencia. No importa si me como la luz roja, no importa si me cuelo en una fila, no importa si me robo algo en una tienda, no importa si le grito a un niño, no importa si construyo en terreno de mi vecino sin su permiso, no importa si pongo la música exageradamente alta a avanzadas horas de la noche o tempranas horas en la mañana, no importa si critico y me burlo de los demás, no importa si no sigo las reglas “porque eso todo el mundo lo hace”.

Mientras sigamos actuando y pensando de esta manera, va a ser un verdadero reto que algo cambie. Tenemos que comenzar por hacer un examen de consciencia y una introspección seria y profunda de cómo estamos viviendo y cuáles son los valores que rigen nuestra vida.

Alguno de los valores por los cuales es necesario vivir son: amor-compasivo, respeto a los demás y a uno mismo, honestidad, responsabilidad, compromiso, integridad, lealtad, dignidad. Haz una lista de tus valores y pégala en todos los sitios visibles: en tu cuarto, en el baño, en el carro. De esta manera cuando te veas tentado a claudicar, ahí estará tu lista para recordarte que has escogido vivir con un propósito y ese propósito es lograr un mundo mejor porque un mundo mejor comienza con un mejor YO.

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6 de septiembre de 2017

Coaching y solución de conflictos

Hace unos meses estaba impartiendo unas clases de técnicas de comunicación en un curso de formación ocupacional se oían algunas quejas sobre el método de enseñanza del profesor del área de informática. El peso de estas quejas cada día cobraba más fuerza. Al ver que el conflicto estaba a punto de estallar, hizo que en ese momento empezara a tomar parte en el asunto.


Llegué una mañana y el ambiente estaba muy alborotado. Le pregunté al grupo qué estaba pasando y así me hicieron llegar su queja: "¡No nos entendemos con el profesor de informática! ¡Estamos pensando en quejarnos al director de la escuela!", dijeron.

En mi programa de clase, justo en ese momento estaba tratando el modelo de conversación de Coaching como un estilo de comunicación muy efectivo, así que surgió la situación ideal para poner en práctica la teoría. De esta forma, les propuse resolver el conflicto por medio de este método.

El asunto ya lo teníamos y el objetivo estaba claro: resolver esta situación para que no se alargara durante más tiempo y las clases de informática fueran más efectivas, aparte de aliviar el malestar que todo este tema estaba ocasionando.

¿Cuál era la realidad? ¿Qué estaba sucediendo en ese momento?

Pedro, el profesor de informática, era un chico joven, de unos treinta años. Estaba estudiando arquitectura y se pagaba la carrera con las clases que impartía. Era la primera vez que daba clases y se sentía cohibido delante de aquel grupo. Su forma de dar la clase era demasiado rápida para aquellas personas que por primera vez tocaban un ordenador e incluso para aquellas que intentaban ponerse al día. Daba muchas veces los temas por sabidos y entendidos, y aunque concedía la oportunidad de preguntar de nuevo, siempre respondía de forma algo cortante, por lo que finalmente nadie se atrevía a preguntar.

Este hecho durante largo tiempo había provocado que el grupo se sintiera cada vez más indignado, ya que se sentían como si los trataran como inútiles y con poco respeto.

Estuvimos trabajando diferentes opciones, desde lo que ellos necesitaban, como apuntes por escrito o un manual, ir más despacio, repetir los ejercicios varias veces y que fueran más simples, entre otras. A pesar de ello, seguían furiosos y querían hablar directamente con el director y quejarse del trato de este profesor.

Ahí, entonces, vino la pregunta clave. ¿Cómo se sentirían ellos si estuvieran en su lugar y la clase fuera a quejarse al director de la escuela directamente? Entonces hubo un silencio, así que proseguí: "yo vengo aquí a darles clases y si no les gustara mi estilo o mi forma de impartirlas, me gustaría que me lo dijeran a mí, pues así me daría al menos la oportunidad inicialmente de modificarlas y también de mantener mi profesionalidad a salvo..."

Finalmente, de forma unánime, decidieron hablar con él en un primer intento de reconciliación.

Ahora faltaba definir los siguientes puntos: qué, cómo, quién, cuándo y dónde. 

Decidieron que para hablar con el profesor, tomara la vocería una de las personas que tenía más facilidad de palabra y de exposición; este delegado le transmitiría al maestro cómo se sentía el grupo en relación con la clase y lo que consideraban que necesitaban (hicimos un pequeño ensayo). La conversación se llevaría a cabo en dos días, cuando tendría lugar la próxima clase de informática. La charla se daría en el aula y al inicio de la lección.

Dos días más tarde, al llegar a mi clase, sin darme tiempo a preguntar nada alguien dijo:"¡Profesora, ha funcionado!"

Todos estaban encantados, habían seguido el plan tal y como lo habían planteado. Pedro, el profesor de informática, les había escuchado atentamente, les dio las gracias por hacerle llegar los comentarios y, sobre todo, por no haber ido por detrás, por la espalda, y haberlo hablado con él directamente.

El cambio de actitud de ambas partes fue tan notable que, a partir de entonces, el profesor adaptó las clases a las necesidades del grupo, empezó a ir a tomar café con ellos a la hora del descanso, empezó también a asistir a las comidas y cenas que éstos organizaban durante el curso e incluso a las reuniones sociales cuando éste finalizó. Las mujeres del grupo se sentían tan felices que hasta lo nombraron "su hijo adoptivo"; ¡vaya, cuántas madres de repente le habían salido al chico!

Lo cierto es que a veces me sigo sorprendiendo de todas aquellas situaciones en las que el Coaching puede llegar a ser efectivo, desde los grandes cambios hasta las pequeñas cosas del día a día que hacen que nuestra vida sea mucho más sencilla y agradable. En este caso, un pequeño conflicto de comunicación podría haberse convertido en una sanción al profesor de informática. ¡El coaching llegó a tiempo!


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4 de septiembre de 2017

Un paso más

“La gente siempre está culpando a sus circunstancias por lo que son. Yo no creo en las circunstancias. Las personas que se adueñan de este mundo son quienes se levantan y visionan las circunstancias que desean y, si no logran encontrarlas, las construyen” George Bernard Shaw

Cuando aceptas que en la vida la responsabilidad de avanzar cada metro, cada centímetro depende de ti, algo cambia, te sientes dueño y señor de tu destino.

Conozco mucha gente que ante la idea de vivir una vida extraordinaria se asusta, y rechazan la idea simplemente por el esfuerzo que supone el alcanzar esa meta.

Pero realmente, ¿Cuánto esfuerzo supone el hacerlo?

Tan sólo el necesario para dar un paso más cada vez, para avanzar ese metro, ese centímetro que tienes delante tuya, ya lo decía Al Pacino en la película de 'Un domingo cualquiera': "La vida es cuestión de pulgadas, y si sumamos esas pulgadas, eso es lo que acaba por marcar la puta diferencia."

Metro a metro se corren maratones, se elevan los más grandes monumentos y se realizan los más grandes viajes…no hace falta preocuparse de cómo avanzar diez metros, sino de cómo avanzar tan solo un metro más, de cómo dar el siguiente paso… si no eres capaz de dar un paso más, de nada te sirve plantearte la distancia que te separa de tu meta. Una vez que consigas darlo, ya te verás que hay que hacer para dar el siguiente.

Todo el mundo quiere ser feliz en la vida, todos queremos vivir una vida perfecta, pero a nadie le gusta trabajar duro o esforzarse al máximo para conseguirlo… si te pasa esto, no te preocupes, es una aspiración perfectamente respetable y normal, a nadie le gusta luchar por la vida.

La vida es dura. Tu negocio no funciona como esperabas, tu relación de pareja no es todo lo perfecta que habías imaginado, te despiden de tu trabajo… esto no significa necesariamente que no merezcas que funcione, que no estuvieses enamorado de tu pareja o que fueses un mal empleado, simplemente son hechos que ocurren, punto.

La vida no es justa, al revés que en las películas, a veces ganan “los malos” y “los héroes” pierden, no siempre los amores son correspondidos, o llegas a ser guapo, rico y famoso por mucho que te esfuerces.

La vida por lo general no es fácil, asúmelo.

Sin embargo ahí reside una de las grandezas de la vida. Una vez aceptas que la vida no es fácil, deja de ser difícil, dura e injusta, te das cuenta que la vida es como es, que son “las reglas del juego” y que hay que jugar de acuerdo con ellas.

A pesar de todo, la vida es maravillosa… y ello es debido a que siempre en algún momento, en algún lugar todos tenemos nuestra oportunidad.

Cada día cada mañana se te ofrece la oportunidad de elegir… puedes “seguir como siempre” o puedes esforzarte en “hacerlo mejor”, eso ya no depende de los demás o de que la vida sea dura o difícil, es una decisión personal que empieza y termina en cada uno de nosotros.

Cuando caes, cuando tropiezas, se te ofrece la oportunidad de elegir… hay gente que decide quedarse en el suelo hurgando sus heridas, impidiendo que estas cicatricen, mientras que otros deciden luchar… saben que el dolor pasa, que las heridas se curan, que el suelo no es su sitio, que no han nacido para estar ahí y deciden escoger la opción de levantarse.

Saben perfectamente donde quieren llegar y están dispuestos a hacer todo lo que esté en su mano para alcanzar su destino. Ese tipo de personas son las que marcan la diferencia.

A veces las opciones que se plantean no son las que llevan por el camino fácil, las cómodas o las que más nos gustaría tomar, de hecho tampoco pretendo decir eso… tan sólo estoy diciendo que siempre existe una opción y que cueste lo que cueste, podemos elegir tomarla.

Cuando asumes que eres responsable de tu vida y que siempre hay una opción, te darás cuenta de que la vida es dura ya no es una justificación. La vida seguirá siendo difícil, pero cuando, caigas, cuando pienses en tirar la toalla, recuerda que en tu vida, tú tienes la última palabra… “puedo hacerlo”, “voy a levantarme”, voy a esforzarme por dar tan solo un paso más.

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25 de agosto de 2017

Curiosidad y Liderazgo

En una entrevista sobre liderazgo y visión estratégica, David Gergen, analista político de la CNN y anterior asesor de varios presidentes de EEUU, plantea que un rasgo importante en los líderes del siglo XXI es la curiosidad como base del intelecto. 



Esto me ha causado curiosidad y me ha llevado a explorar un poco más sobre la relación que puede existir entre estos dos conceptos: curiosidad y liderazgo. 

Para empezar, me he hecho las siguientes preguntas:


¿Qué rasgos o características tiene una persona curiosa? 

¿Cómo se articula de manera concreta la curiosidad en una persona? 
¿De qué manera el hecho de ser una persona con curiosidad puede hacer que sea un mejor líder? 

Para dar respuesta a estas preguntas he consultado con varios compañeros de trabajo, he buscado en Google, he entrado en varios foros y debates de portales profesionales, he planteado preguntas a algunos expertos,… 


A continuación, les resumo la información que he encontrado:


La curiosidad como motor que te impulsa hacia…

La persona curiosa se plantea preguntas. Para contestar a esas preguntas necesita buscar y eso, a su vez, hace que se ponga en movimiento, se relacione, y finalmente, avance en sus conocimientos o experiencia sobre ese tema en concreto. Para aprender hace falta cierta dosis de curiosidad.

Rasgos de personalidad de la persona curiosa

El curioso busca respuestas a sus preguntas, por tanto, de alguna manera necesita desarrollar ciertas habilidades de relación y comunicación. Si quiere que las personas le escuchen y le contesten, mejor que se acerque de una manera simpática y cordial.

La persona curiosa necesita también de estos recursos: 

Tener iniciativa para empezar a moverse 

Contar con cierta dosis de valentía para atreverse a plantearse y plantear preguntas 
Estar abierto a las nuevas opciones y posibilidades que vaya descubriendo 

Esto le permitirá ir avanzando y aprendiendo y no quedarse en lo ya conocido. En este sentido, la persona curiosa sería como una especie de explorador-a.

¿Y qué relación tiene entonces curiosidad y liderazgo?

Para dar contestación a esta pregunta he encontrado una frase de Warren Bennis, profesor estadounidense experto en liderazgo y empresa:

“Los líderes se distinguen de los demás por su constante apetito de conocimientos y experiencias, y, a medida que su mundo se amplía y se vuelve más complejo, sus medios de comprensión también se multiplican y se refinan” - Warren Bennis 
La curiosidad como base del intelecto


La curiosidad es un valor y una actitud hacia la vida. Como dice David Gergen, es la base del intelecto, pues toda esa información que hemos recogido gracias a nuestra curiosidad, después, hemos de ordenarla y organizarla, para poder transformarla en algo útil.

La curiosidad nos hace movernos para buscar. El intelecto nos permite organizar esa información que hemos encontrado de manera que podamos aprender y avanzar. 

Parece ser que la curiosidad, a veces infravalorada, es un valor extraordinario que puede ayudar a las organizaciones de hoy en día en sus procesos de innovación y liderazgo.

Y a ti… ¿qué te interesa? ¿Qué te hace sentir curiosidad? ¿Te animas a explorar?


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