Vivimos un mundo que fluye sin
parar, rodeados de vientos de cambio, en donde cada vez son más las certezas
que se pierden. Sin embargo, una de las únicas cosas seguras que si tenemos al
iniciar este año, es un lienzo en blanco y el dibujo que estaremos creando día
a día de acuerdo a nuestra actitud.
Una vez Einstein dijo que hablar
de crisis era promoverla y callar en la crisis era exaltar el conformismo.
Dejemos de quejarnos o de ignorar la realidad, y ocupémonos de ser más
creativos, la creatividad es inherente dentro del universo y brilla esplendorosamente
dentro de cada uno de nosotros.
Muchas personas están pensando
que son víctimas de las circunstancias y que hay muy pocas cosas que puedan
hacer para cambiarlas. Cuando una persona se siente víctima de una situación, o
cree que no tiene manera de poder cambiarla, se está auto limitando de una
manera muy fuerte. Hay que eliminar el viejo rol de víctima y cambiar la visión
al nuevo paradigma representado por el rol de que yo puedo crear mi propia
realidad con mis pensamientos, actitudes y acciones.
Tomemos consciencia de que muchos
comportamientos, creencias y actitudes que en el pasado nos condujeron al
éxito- hoy pueden llevarnos a la ruina.
Estamos viviendo tiempos de
cambio y como dijo el CEO de una Fortune 500 a sus gerentes: “O administran el
cambio, o cambiamos la administración.”
Recuerde que el éxito del viaje
no depende de la manera en que el viento sopla, sino de cómo se ajusta la vela.
El marinero experto hace que el viento lo lleve donde él quiere ir, y no donde
el viento lo quiere llevar.
No pretendamos que las cosas
cambien si seguimos haciendo lo mismo. La crisis es la mejor bendición que
puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.
La creatividad nace de la
angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la
inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la
crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".
Quien atribuye a la crisis sus
fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas
que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas
y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis
no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin
crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo
mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla, y
callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única
crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Indiscutiblemente cuando finalice
el año, el lienzo tendrá una pintura. Esta pintura puede
ser una obra de arte, o cualquier boceto y esto va a depender únicamente de la
actitud y el compromiso de cómo cada uno de nosotros asuma el reto.
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