25 de agosto de 2017

Curiosidad y Liderazgo

En una entrevista sobre liderazgo y visión estratégica, David Gergen, analista político de la CNN y anterior asesor de varios presidentes de EEUU, plantea que un rasgo importante en los líderes del siglo XXI es la curiosidad como base del intelecto. 



Esto me ha causado curiosidad y me ha llevado a explorar un poco más sobre la relación que puede existir entre estos dos conceptos: curiosidad y liderazgo. 

Para empezar, me he hecho las siguientes preguntas:


¿Qué rasgos o características tiene una persona curiosa? 

¿Cómo se articula de manera concreta la curiosidad en una persona? 
¿De qué manera el hecho de ser una persona con curiosidad puede hacer que sea un mejor líder? 

Para dar respuesta a estas preguntas he consultado con varios compañeros de trabajo, he buscado en Google, he entrado en varios foros y debates de portales profesionales, he planteado preguntas a algunos expertos,… 


A continuación, les resumo la información que he encontrado:


La curiosidad como motor que te impulsa hacia…

La persona curiosa se plantea preguntas. Para contestar a esas preguntas necesita buscar y eso, a su vez, hace que se ponga en movimiento, se relacione, y finalmente, avance en sus conocimientos o experiencia sobre ese tema en concreto. Para aprender hace falta cierta dosis de curiosidad.

Rasgos de personalidad de la persona curiosa

El curioso busca respuestas a sus preguntas, por tanto, de alguna manera necesita desarrollar ciertas habilidades de relación y comunicación. Si quiere que las personas le escuchen y le contesten, mejor que se acerque de una manera simpática y cordial.

La persona curiosa necesita también de estos recursos: 

Tener iniciativa para empezar a moverse 

Contar con cierta dosis de valentía para atreverse a plantearse y plantear preguntas 
Estar abierto a las nuevas opciones y posibilidades que vaya descubriendo 

Esto le permitirá ir avanzando y aprendiendo y no quedarse en lo ya conocido. En este sentido, la persona curiosa sería como una especie de explorador-a.

¿Y qué relación tiene entonces curiosidad y liderazgo?

Para dar contestación a esta pregunta he encontrado una frase de Warren Bennis, profesor estadounidense experto en liderazgo y empresa:

“Los líderes se distinguen de los demás por su constante apetito de conocimientos y experiencias, y, a medida que su mundo se amplía y se vuelve más complejo, sus medios de comprensión también se multiplican y se refinan” - Warren Bennis 
La curiosidad como base del intelecto


La curiosidad es un valor y una actitud hacia la vida. Como dice David Gergen, es la base del intelecto, pues toda esa información que hemos recogido gracias a nuestra curiosidad, después, hemos de ordenarla y organizarla, para poder transformarla en algo útil.

La curiosidad nos hace movernos para buscar. El intelecto nos permite organizar esa información que hemos encontrado de manera que podamos aprender y avanzar. 

Parece ser que la curiosidad, a veces infravalorada, es un valor extraordinario que puede ayudar a las organizaciones de hoy en día en sus procesos de innovación y liderazgo.

Y a ti… ¿qué te interesa? ¿Qué te hace sentir curiosidad? ¿Te animas a explorar?


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23 de agosto de 2017

Trabajo en Equipo


En estos tiempos de cambios permanentes y creación de conocimiento, aquellas organizaciones que logren desarrollar el trabajo en equipo lograrán ventaja competitiva.

Un equipo es un grupo de personas con excelentes relaciones interpersonales, con diferentes conocimientos, habilidades y aptitudes, con un objetivo en común claramente identificado. Al trabajar en equipo logran sinergia – esto es que el todo es mayor que la suma de las partes. 

Está más que probado que trabajar en equipo es provechoso para todos los involucrado, trae satisfacción y se hacen personas más sociables, también aprenden a respetar las ideas de los demás y a ser responsables por los compañeros de equipo, todos conocen y comparten los intereses y las motivaciones de los miembros, y saben que el éxito del equipo es el éxito de todos. 

En un equipo la función del líder es de vital importancia, ya que para lograr las metas y objetivos organizacionales, el líder debe respetar, escuchar y tomar en cuenta las ideas del equipo, también debe saber motivarlos y promoverlos, reconocerlos y darles el mérito que les corresponde. 

Los equipos tienen valores y principios que los guían, visiones que les marcan acciones, tienen un alto nivel de confianza entre todos sus miembros, los que no son ni dependientes ni independientes, son interdependientes y trabajan juntos, a pesar de la distancia. No siempre tienen el mismo líder, sino que el liderazgo es situacional y participativo, rota entre todos de acuerdo a la situación. Los miembros se sienten seguros y que están aportando, saben que son aceptados y aceptan a sus compañeros, y todos cumplen con las expectativas básicas del equipo. 

Al observar y admirar tantas muestras y beneficios que obtienen los seres de la naturaleza trabajando en equipo, es normal preguntarse ¿por qué los seres humanos no aprendemos de esa increíble experiencia?

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1 de agosto de 2017

Crece con un Coach Ejecutivo (Segunda Parte)


Metodología que sí funciona

De acuerdo con Shahin –quien es experto en calidad en el servicio y satisfacción del cliente–, el coaching ejecutivo se soporta en dos grandes columnas: 

1. El coachee. Se trata de la persona (o el cliente), que sostiene una conversación con el coach bajo una metodología.

2. La acción. Esta plática no debe quedarse sólo en el terreno de los planes e ideas, sino que siempre tiene que ir acompañada de una acción (tarea o asignación) que deja el coach al coachee en cada sesión.

La gran ventaja es que con base en esta conversación, comienzas a notar lo siguiente: una serie de situaciones que no habías pensado, puntos que no habías considerado y elementos que habías pasado por alto. “Lo importante es que las determinaciones que se toman para solucionar los problemas o mejorar diferentes aspectos del negocio son tus propias decisiones, utilizando tus conocimientos”, precisa Shahin. 

El coach no viene a imponer su perspectiva; tú eres el que deduce las cosas y el que sabe lo que tiene que hacer. Más bien te lleva hacia otro lugar –como dice el origen del concepto– y ayuda a que no te pierdas en el camino. La última palabra es tuya, por eso es válida, porque no es lo que te dijeron que tienes que ejecutar, sino que es tu iniciativa y de nadie más.

Es fundamental crear empatía (elemento básico para construir una comunicación efectiva), ya que tiene que haber confianza para que el coachee pueda tener apertura para realmente externar sus ideas y puntos de vista, así como sus temores y limitaciones. Después, hay que identificar el objetivo que se va a buscar en cada sesión y estar consciente de la importancia de conseguir esa meta. 

Ahora bien, de acuerdo con la experiencia de estos tres coaches, las sesiones que se realizan con el coachee duran desde 45 minutos hasta una hora y media; mientras que la periodicidad va de una semana a un mes. Aquí lo esencial no es el tiempo, sino cómo aprovecharlo al máximo. Por lo tanto, una pieza imprescindible en la labor del coach es la habilidad para escuchar y conversar. 

“En lo particular, las sesiones las llevo a cabo una vez al mes, porque después de 90 minutos de estar con el coachee, le dejo asignaciones y le doy oportunidad para que ponga en práctica las ideas que él mismo propuso. Así, para nuestro siguiente encuentro llega con resultados”, dice Shain. ¿Qué pasa si la decisión tomada no fue la correcta? “La lección que se rescata de estas situaciones es que la persona reconozca su error y descubra la razón de su equivocación”, agrega.

Son una buena oportunidad para que la gente exprese cuáles fueron sus aprendizajes durante la semana –intervalo que él deja entre las sesiones que realiza con cada coachee– en su faceta como empresario y como persona, si cumplió las metas fijadas y cuáles fueron los principales logros y desafíos. Después, teniendo todo este aprendizaje como nuevo punto de partida, se determinan los próximos objetivos. 

“La persona va viviendo una disciplina como dueño de negocio. Para ello, cuenta con el punto de vista de alguien externo, que no es su familiar ni miembro de su empresa, pero con quien puede comentar muchas ideas y darse cuenta de varias limitaciones. Al final, lo que vale la pena es que vea que su potencial es más grande de lo que imagina y que lo que pensaba imposible de superar es sólo una falsa creencia”

A diferencia de un asesor, consultor o mentor, la finalidad del coach ejecutivo es que te superes y logres tus objetivos. El coaching no busca culpables, sino cómo opera el problema para desactivarlo o cómo aprovechar una oportunidad que se presente. Así que no confundas estos términos y si te interesa implementar esta metodología, acércate a instituciones serias para entrenarte, certificarte y ser todo un profesional. Recuerda que sólo tú fijas tus propias metas.

10 Razones para Entrenarse

1. Poder enfocarte en tus objetivos e identificar qué acciones debes realizar para que estas metas se materialicen.

2. Cambiar uno o varios comportamientos que te impiden dar lo mejor de ti mismo.

3. Elevar una competencia o habilidad al siguiente nivel de desarrollo.

4. Clarificar de forma continua los aprendizajes que incrementen tu capacidad de acción y obtención de resultados.

5. Trazar objetivos de manera efectiva y medir los avances constantemente.

6. Generar nuevas ideas, posibilidades y perspectivas.

7. Administrar eficazmente el tiempo para equilibrar la vida privada y profesional.

8. Mejorar las relaciones con superiores, colaboradores, proveedores y clientes.

9. Resolver conflictos y problemas cuando se presenten dentro y fuera de la organización.

10. Aprender a tomar decisiones difíciles.


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