29 de diciembre de 2020

Estar Dispuesto...


En medio de tu océano vital se encuentran tus aciertos, tus errores, tus aprendizajes y el estímulo de tu memoria emocional; somos producto de nuestra propia leyenda, la que vamos forjando día a día comprendiendo que somos parte de un planeta que sostiene nuestras ideas. Hoy en día, en los comienzos de este nuevo milenio, nos encontramos con la encrucijada de valores más ambiciosos que el ser humano haya podido alcanzar.: Y debemos Estar dispuesto.

Necesidades fisiológicas, seguridad, pertenencia, reconocimiento, autorrealización... Hemos desarrollado entramados complejos para satisfacer cada una de estas necesidades. Superado el concepto de “bienestar”, aparece un nuevo concepto que dificulta la consecución y las necesidades desde el bienestar: El “egoexito”. El egoexito es la consecución de tus logros sin armonizar con los de los demás.

Vivimos en un planeta sostenible, donde las emociones debes ser también sostenibles... Todo enlaza con todo... Hay una cuerda invisible, metafísica, que une cada uno de los aciertos y todas nuestras experiencias: sincronía emocional….Es el pulso y el latido de nuestro planeta, alimentado por los estímulos vitales de todos los seres vivos….Entonces… ¿Cómo podemos desear el éxito personal sin pensar en el de los demás?

Durante los seminarios que imparto desarrollamos estrategias personales para trabajar nuestro ego, desde la creencia de que es sano cuidarse y pensar en uno mismo: ”Cuídate a ti mismo para poder cuidar a los demás”. Esta es el ego positivo vinculado a la alta autoestima. Este ego es sano, útil, vivencial, nos ayuda a fortalecernos y comprender la importancia que tenemos para nosotros y nuestro entorno.

Ser el centro de nuestro universo es admirable, pero no lo confundamos con ser “el ombligo del mundo”. Pensar que solo “lo nuestro es importante” y que debemos encontrar solución a nuestro deseos sin escuchar a nuestros semejantes es practicar una postura antiempatica, nada asertiva e inmadura. Reproducimos de mayores actos infantiles como “lo quiero todo” y “”si no lo tengo, pataleo, pataleo hasta conseguirlo…” Demasiados casos en mi vida profesional y personal en el que vuelvo a encontrarme con los “niños impertinentes “que no deja de ser una parte de nuestro niño interior.

El egoexito no es sostenible, es destructivo: Tener a toda costa, conseguir para acumular, amasar para regocijarse, implantar para liderar autocráticamente, sabotear por pura envidia, desconfiar por no saber delegar, utilizar la energía negativa para desestabilizar la sinergia de un equipo, actuar desde los roles subversivos por miedo a que nos conozcan nuestra parte oculta,…Y así hasta describir cada una de las posturas reactivas que un adulto puede llevar a cabo en pos de su propio beneficio.

¿Y qué podemos hacer frente al egoexito? Abogar por el éxito compartido….estar dispuesto.

Estar dispuesto a compartir las ideas brillantes para transformarlas en brillantes ideas con luz propia.

Estar dispuesto a elevar nuestro nivel de conciencia para aprender de nuestros errores asumiéndolos como parte del proceso de aprendizaje.

Estar dispuesto a confiar en los demás dando lo mejor de nosotros sin esperar nada a cambio.

Estar dispuesto a entender las crisis como oportunidades para el cambio y positivar cada minuto de nuestra vida.

Estar dispuesto a experienciar desde el “aquí y ahora” compartiendo nuestra mesa con aquel que quiera cooperar contigo.

Estar dispuesto a vaciar la mochila de creencias irracionales y a caminar sin miedo, miando al frente y al firmamento.

Estar dispuesto a llevar el timón de nuestra vida moviendo las velas con el poder de nuestras emociones.

Estar dispuesto a valorar a cada semejante con el que trates entendiendo su manera de ver el mundo sin filtrarlo por tu propia percepción del tuyo: apertura mental.

Estar dispuesto a sonreír, a disfrutar de cada momento con el sentido del ritmo de tu propio corazón.

Estar dispuesto a facilitar a los demás, entrena tus herramientas para un día compartirla con tus hijos, amigos, compañeros de trabajo. No esperes nada a cambio, la vida te depara una hermosa sorpresa.

Estar dispuesto a dejar un legado a la humanidad basado en el conocimiento que has acumulado a lo largo de los años: los años benefician la sabiduría….usa el lenguaje oral para contar tus experiencias.

¿Estás dispuesto?


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11 de diciembre de 2020

Ser Felices


Todos queremos ser felices. Es un anhelo natural de todo ser humano, nuestro derecho y nuestra responsabilidad. Para ello primero debemos definir qué es para nosotros la felicidad. En ocasiones, por el desenfreno en que vivimos no sacamos tiempo para hacer una introspección de lo que es nuestra vida en estos momentos. A veces no sabemos si somos felices o no y preferimos seguir viviendo en una mentira. Por comodidad o por miedo no tomamos las decisiones necesarias para liberarnos del sufrimiento, y hasta llegamos a pensar que el sufrimiento es lo natural. 

Un Coach de Vida puede ayudarte a encontrar la definición de lo que es la felicidad para ti. En el trabajo con tu Coach a través de preguntas abiertas podrás descubrir lo que te hace feliz. Las personas que no se animan a contratar los servicios de un Coach, podrían tomar como referencia lo que los máximos exponentes del Budismo dicen acerca de lo que es la felicidad. El Dalai Lama, líder espiritual del Budismo Tibetano, expone que las personas no han llegado a reconocer que la felicidad es un estado mental y que está en su interior. Lo único que hace falta es poner de nuestra parte para entrenar la mente y cambiar la actitud hacia los eventos y circunstancias que se presentan en nuestra vida. La felicidad es un arte que exige voluntad y práctica. 

Si logramos mantener un estado mental sereno y pacífico, podemos ser felices aunque los retos del diario vivir nos hagan pensar lo contrario. La disciplina interna de la reflexión puede ayudarnos a transformar nuestras actitudes y modos de ver la vida. Esta disciplina consiste en identificar todos aquellos elementos que nos llevan al sufrimiento y aquellos que nos conducen a la felicidad. 

Por otro lado, el Sensei (maestro) Daisaku Ikeda, Presidente de la Sokka Gakai (Sociedad para la Creación de Valores – Budismo de Nichiren Daishonin), expone que hay dos tipos de felicidad: 

La primera es la felicidad relativa. Esta es la que depende de las objetos externos como el dinero, las posesiones materiales, nuestra familia, los amigos, el trabajo, el carro, entre otras. Cuando una de éstas no está satisfecha o se altera, nuestra felicidad se hace añicos y nos sumergimos en un estado de frustración y desesperanza que altera nuestra existencia. Esto se debe a que no hemos entendido que nada es para siempre, todo es transitorio. 

El segundo tipo de felicidad es la absoluta. Ésta la debemos buscar en nuestro interior. Significa desarrollar una condición de vida en la que nunca seamos vencidos por los retos y en la que el solo hecho de estar vivos significa una fuente de gran alegría. Ikeda dice que “La felicidad no es una vida sin problemas, sino la fortaleza para superar los problemas que se presenten. No existe tal cosa como una vida libre de problemas; las dificultades son inevitables. Pero la manera en la que experimentamos y reaccionamos a nuestros problemas depende de nosotros.” 

Hay cuatro componentes que nos ayudan a desarrollar el arte de la felicidad: 

- Tener una práctica espiritual activa. 
- Cultivar diariamente nuestros estados mentales positivos. 
- Erradicar los estados mentales negativos. 
- Cultivar la compasión. 

Para ser felices, es necesario trabajar diariamente para ello y tomar acción, ya que sin acción, nuestros deseos se pueden convertir en ilusión.


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9 de diciembre de 2020

Coaching para la Pequeña y Mediana Empresa (PyME)

Al inicio de mi actividad como coach para la pequeña y mediana empresa (PyME), hace ya casi un par de años, me contrató una compañía para llevar a cabo un servicio de consultoría y coaching. Se trataba de una escuela de formación que pretendía incrementar las ventas y obtener más rentabilidad a la escuela debido a que empezaba a debilitarse en algunos aspectos económicos.


Habíamos acordado unas sesiones de un par de horas, dos veces por semana y durante algunos meses. Pronto me di cuenta de lo siguiente: cuando coincidíamos, las sesiones no eran tan productivas como yo deseaba. El tiempo pasaba volando y pronto era ya la hora de irme.

De regreso un día a mi casa, me pregunté: ¿qué realmente está sucediendo en las sesiones? ¿Por qué tengo esta sensación de que no estoy realizando correctamente mi trabajo?

Repasé mis notas y descubrí que muchas veces los compromisos a los que llegábamos eran escasos. Nos costaba centrarnos en los temas a tratar y saltábamos de uno a otro de forma constante. “Ricardo”, el gerente de la empresa, tenía la costumbre de hablarme constantemente de su pasión, la influencia de las filosofías orientales en el mundo occidental, y eso restaba siempre tiempo a nuestras sesiones.
Entonces llegó mi dilema: ¿cómo puedo decirle a "Ricardo" que su tema favorito nos estaba impidiendo trabajar según lo acordado, de tal forma que no se sintiera molesto por ello?

Llegó de nuevo el día de la sesión. Como todas las tardes en que nos reuníamos, nos encontramos en su despacho. Empezamos a tratar los temas que habían quedado pendientes en la última sesión. Al cabo de unos minutos, "Ricardo" empezó a hablar de aquellos temas. Otras veces, habría intentado encaminarlo hacia el contenido de las sesiones, pero esta vez decidí no hacerlo. Me callé y simplemente escuché. ¡Así habló durante casi más de una hora!

Durante el proceso, yo me sentía culpable. No obstante, creía que era necesario en cierta manera llevar al límite la situación. Curiosamente, durante esa conversación me comentaba que "a veces sentía que las otras personas no le escuchaban", que "no mostraban interés por sus temas"…

Finalmente, llegó el momento de terminar la sesión, así que le dije asertivamente lo siguiente: “Ricardo, siento interrumpirte, pero me tengo que ir. Por cierto, ¿qué puntos tenemos que tratar la semana que viene?” "Ricardo" se quedó entonces muy serio; tras un largo silencio, me dijo: “Marie, me acabo de dar cuenta que he estado hablando todo el rato de otros temas, excepto de lo que teníamos que hablar. Lo siento….” 

“Ricardo”, le contesté: “tú me has contratado con una serie de objetivos y esperas una colaboración de mi parte. Recuerda que no puedo responsabilizarme yo sola de este proceso, necesito también tu compromiso. Además, me gustaría que para el próximo día pienses en lo siguiente: son varias las veces que me has comentado que los demás no te escuchan, pero ¿qué piensan los demás acerca de tus temas?”. “No lo sé, respondió Ricardo. Quizás yo tampoco los escucho cuando ellos hablan ….”

Bueno, ahora me encantaría deciros, queridos lectores, que desde entonces "Ricardo" se centra únicamente en los temas por tratar en cada sesión y que habla menos y escucha más. Pero lo cierto es que las actitudes no cambian de un día para otro; necesitan un proceso, para unos más y para otros menos. ¿En qué ha cambiado entonces la situación? Ahora es más consciente de lo que pasa y sólo con un gesto, una mirada o una indicación se concentra rápidamente en el tema de interés y me da la libertad de poder ir corrigiendo dicha situación, sin que ninguno de los dos nos sintamos incómodos. Ahora es más fácil establecer y rectificar objetivos, así como establecer compromisos para las próximas sesiones. 

¿Cuáles son aquellas actitudes de vuestros clientes que os gustaría cambiar para poder realizar mejor vuestro trabajo? ¿Cómo han pensado cambiarlas

No existe ninguna fórmula mágica para el cambio de actitudes. Es importante reconocer qué es lo que está pasando, escuchar, observar y entonces decidir cómo vamos a actuar. No siempre se obtendrán resultados garantizados, así que siempre cabe el riesgo de no obtener lo que esperábamos. De cualquier forma, resulta imposible aquello que no se intenta. Siempre estamos a tiempo para rectificar.

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23 de noviembre de 2020

Cómo es una sesión de Coaching



Una sesión de coaching es una conversación, con resultados, entre al menos dos personas, un Coach, persona que dispone de aprendizajes en artes y herramientas de coaching y un cliente Coachee, quien dice, piensa o creer tener un problema o necesita y/o desea trasladarse desde donde está hasta un objetivo propuesto.

El coaching es un entrenamiento personalizado tras haber llegado a un acuerdo coach y coachee

La necesidad de la conversación de coaching se da porque surge una necesidad de dar solución a un problema, se está trabado por algo, se desea establecer objetivos y no se tiene claro…

El detonante para realizar la sesión de coaching puede ser, tener un problema al que no se le encuentra solución, como querer fijarse y alcanzar un objetivo, sin tenerlo claro ni saber cómo hacerlo, u otras muchas situaciones en las que por si solo no se encuentra solución.

En las sesiones de coaching se puede tratar:
  • Aclarar y fijar metas y objetivos bien diseñados, alcanzarlos y seguir más allá. El límite lo pone la persona.
  • Que la persona tome consciencia de sí misma, y pueda explicar sus necesidades, deseos y objetivos.
  • Fijación de un plan de acción, objetivos, metas, estrategias y tácticas accesible, medible y beneficioso.
  • Lograr despertar el desarrollo de las capacidades de acción de la persona.
  • Que la persona se pueda centrar en lo que realmente más le importa.
  • Se crean las condiciones para generar nuevas formas de pensar.
  • Que la persona tome la responsabilidad sobre sus elecciones, tomando las riendas de tu vida y sienta un hacer con sentido.
  • El motivar a las personas durante su aprendizaje hacia la superación y crecimiento personal, para lograr su adecuada situación, de excelencia.
  • Facilitar positivamente el comportamiento más adecuado para la persona.
  • Facilitar la estimulación en las personas para que aprendan y siga aprendiendo para después actuar con excelencia.
  • Colaborar en el despertar y descubrimiento de las cualidades de la persona.
  • Facilitar el reforzamiento de las creencias de base adecuadas para la persona.
  • Acompañar a la persona en la elaboración de sus estrategias, para lograr sus metas.
  • Facilitar el camino del progreso poniendo especial énfasis en la excelencia y el éxito.
  • Disolver posibles tropiezos que surjan en el camino, hacia las metas, aprendiendo de ellos.
  • En cada situación encontraremos el camino más adecuado, incluso en momentos que parece imposible todo.
  • Tratar las emociones para hacer el uso más adecuado de ellas, optimizándolas.
  • Encontraremos nuevas formas para estar en la vida.
  • Sentirás que puedes ser quien quieres y deseas ser.
  • Serás el líder de tu vida sin depender de otra persona, al ritmo que tu decidas.
  • Facilitación para ver la misma realidad de manera diferente, de la forma adecuada, a dar solución al problema.
  • Ayuda para que te concedas el ser, sentir, querer hacer y también el deshacer.
  • Facilitación del paso a una nueva realidad, dejando ir la existente sin anhelos ni deseos de permanencia.

El coach no asumirá el rol de amigo o de confesor.

En la conversación abundan las preguntas basadas en el “para qué”.

Siempre se antepondrán las necesidades, opiniones, ideas y metas del cliente, ante la opinión y pensamiento del coach.

El cliente no ha de esperar respuestas por parte del coach, aunque este ha de ayudar al cliente a sacar de sí mismo, despertando su potencial, las respuestas que necesita, lo que también contribuirá a ser más libre. Ello no significa que al cliente no le sea necesario el coach, en ese momento, pues si fuese así, ya el cliente dispondría de sus respuestas.

El cliente actúa en función de su descubrimiento, porque así lo decide él, no porque se lo haya dicho el coach.

Llegarás al final de la sesión con la conciencia adecuada para ponerte en acción, y encaminarte hacia la excelencia.

¿Deseas conocer más o quieres tomar sesiones de coaching presenciales o a distancia? Escríbenos o contáctanos


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16 de noviembre de 2020

Hablar de crisis es promoverla



Vivimos un mundo que fluye sin parar, rodeados de vientos de cambio, en donde cada vez son más las certezas que se pierden. Sin embargo, una de las únicas cosas seguras que si tenemos al iniciar este año, es un lienzo en blanco y el dibujo que estaremos creando día a día de acuerdo a nuestra actitud.

Una vez Einstein dijo "que hablar de crisis era promoverla y callar en la crisis era exaltar el conformismo". Dejemos de quejarnos o de ignorar la realidad, y ocupémonos de ser más creativos, la creatividad es inherente dentro del universo y brilla esplendorosamente dentro de cada uno de nosotros.

Muchas personas están pensando que son víctimas de las circunstancias y que hay muy pocas cosas que puedan hacer para cambiarlas. Cuando una persona se siente víctima de una situación, o cree que no tiene manera de poder cambiarla, se está auto limitando de una manera muy fuerte. Hay que eliminar el viejo rol de víctima y cambiar la visión al nuevo paradigma representado por el rol de que yo puedo crear mi propia realidad con mis pensamientos, actitudes y acciones.

Estamos viviendo tiempos de cambio y como dijo el CEO de una Fortune 500 a sus gerentes: “O administran el cambio, o cambiamos la administración.”

Recuerde que el éxito del viaje no depende de la manera en que el viento sopla, sino de cómo se ajusta la vela. El marinero experto hace que el viento lo lleve donde él quiere ir, y no donde el viento lo quiere llevar.

Indiscutiblemente cuando finalice el año, el lienzo tendrá una pintura. Esta pintura puede ser una obra de arte, o cualquier boceto y esto va a depender únicamente de la actitud y el compromiso de cómo cada uno de nosotros asuma el reto.

Tomemos consciencia de que muchos comportamientos, creencias y actitudes que en el pasado nos condujeron al éxito- hoy pueden llevarnos a la ruina.

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21 de septiembre de 2020

¿Cuál es tu historia?

 


Hablemos un poco de las historias, todos tenemos una, lo importante es tener el foco en aquello que queremos contar de nosotras, de nuestro negocio, del camino al éxito. Esta historia que tú misma creas puede impulsarte al éxito o hacerte retroceder en el pasado.

Es muy común encontrar gente con la actitud contraria, personas que piensan “Nunca he realizado un negocio exitoso”, “Nunca me ha ido bien”, “Soy madre no podré hacerlo”. Muchas mujeres piensan “si invierto tiempo en un negocio descuidaré mi familia o mi matrimonio” o “Esas mujeres exitosas tienen habilidades que yo no “, “Soy tímida, no habló bien con la gente”. 

Estas son las típicas historias que pueden significar un obstáculo en tu camino al éxito. Lo importante es pensar cómo construir el éxito de tu negocio.

El mejor consejo a tener en cuenta para no retroceder en tu camino al éxito es tener una historia que te impulse al éxito. Mantener una actitud y pensamientos positivos es uno de los aspectos fundamentales. Si estás siendo exitosa en tu negocio, es porque te estás contando una historia que puedes realizar.

Quizás tengas experiencia en otra compañía de venta directa, quizás eres un emprendedor, o tienes éxito en otros aspectos de tu vida. Cuando te das cuenta de esto, mira a otros representantes independientes de venta directa y piensa: “No hay diferencia conmigo, puedo hacerlo ¡voy a tener éxito!” El secreto es crear una historia que te permita llegar al éxito en tu negocio.

Puedes mantenerte pensando que no lo lograrás, que no tienes capacidades, pero si la historia que tu misma fabricas es positiva, si te proyectas afirmativamente para lo que viene... ¡puedes crear y lograr todo lo que quieras ser! 

Probablemente al principio veas tu nueva historia escrita y sonrías pensando que es imposible llegar. Sé constante, hazlo una y otra vez y verás cómo vences obstáculos día a día. 

Recuerda, el camino a seguir es: identificar tu historia pasada, crear una nueva y trabajar en ella. De esto depende si alcanzarás el éxito o te quedarás en el pasado. ¡Anímate!


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26 de agosto de 2020

¿Cuál es el propósito de educar hoy?


La palabra “educar” está asociada a guiar, facilitar, conducir, inducir, orientar, cambiar. Cada una de estas acciones reflejan de alguna manera la tarea y el compromiso de quien educa, sean estos padres o educadores, quienes son los principales protagonistas en la tarea educativa de sus hijos y sus alumnos, respectivamente.

Sin embargo, habría que analizar la realidad del siglo XXI y cuestionarse ¿hacia dónde estamos educando? y ¿cómo lo estamos haciendo? pero sobre todo evaluar ¿qué resultados estamos obteniendo?

Compartir con cientos de estudiantes, hijos, educadores y padres en diferentes partes del mundo, me hace reflexionar sobre la calidad de la educación que se está dando en nuestros tiempos, entendiéndose por calidad educativa ¨la capacidad de responder a las necesidades del entorno¨.

Parte de esta realidad la veo reflejada en la dificultad de los educadores para motivar al aprendizaje y responder a la diversidad, el reto de los padres en la formación de valores y hábitos en sus hijos, la dificultad de ambos para mantener y desarrollar una convivencia adecuada en el entorno familiar y educativo, la dificultad de los hijos y estudiantes para establecer un vínculo con sus padres y sus educadores, la frustración de los alumnos por no encontrarle un sentido o significado al contenido curricular. Todo ello es una muestra de que es necesario reflexionar sobre el sentido que tiene hoy en día el modelo de educación que se está desarrollando en la familia y en la escuela.

La formación integral de la persona debe seguir siendo el propósito fundamental de la educación; los padres y educadores deben ser y seguirán siendo los protagonistas de esta tarea, siendo el ejemplo la herramienta más potencial. Debemos de volver a una educación personalizada, la cual implica conocer y respetar la individualidad de cada uno, ofreciendo una educación para todos. El contenido del currículo debe responder a un aprendizaje significativo y la metodología debería estar fundamentada en herramientas prácticas y efectivas que motiven al aprendizaje.

Pensar en educar en el siglo XXI no es sinónimo de educar con tecnología o involucrarnos en una vida cibernética, sino más bien nos invita hoy, más que nunca, a potencializar las competencias del ser humano, fortalecer los valores, fomentar las buenas relaciones interpersonales y desarrollar aptitudes para la vida personal y profesional. Esto solo se puede lograr cuando se tiene un guía, un orientador, un facilitador, que sea capaz de establecer una relación o un vínculo con sus pupilos, de manera que logre sacar de dentro lo mejor de cada uno, dirigiéndole hacia un objetivo con estrategias efectivas de enseñanza dentro de un ambiente motivador que favorezca el aprendizaje. Existe una receta óptima y única para enseñar hoy, mañana y siempre, esa es la ACTITUD DEL EDUCADOR que logra, sobre todo, la disposición de un estudiante para querer aprender.

Los educadores y padres necesitan aprender a educar a los hijos y estudiantes de hoy, no podemos seguir conscientes de la necesidad de un cambio, es necesario hacer algo al respecto.

Las grandes empresas se están enfrentando a la realidad moderna que les exige mayor eficiencia, ejecutivos con conocimiento del mercado y con liderazgo, así como equipos altamente efectivos. De la misma manera la escuela y el hogar son las empresas más importantes responsables de formar personas que serán la base de la sociedad del futuro. Necesitamos educadores y padres con conocimiento y liderazgo, conformando equipos altamente efectivos dentro de instituciones familiares y educativas, sólidas, alineadas a mismo fin y propósito, flexibles y dispuestas al cambio pero sobre todo preparadas para asumir el RETO DE EDUCAR HOY

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18 de agosto de 2020

Resignación: En tiempos de crisis unos lloran y otros venden pañuelos

"Hoy no voy a poder empezar... tengo un montón de excusas por hacer…"



La última vez que dijiste que "tenías un buen día", en realidad ¿Qué quisiste decir?

La mayoría de la gente hace tiempo que dejó atrás la idea de asumir la responsabilidad de asegurar que realmente tiene un buen día, ¡en lugar de esforzarse para conseguirlo!

Es tan fácil ser mediocre y caer en el conformismo...

¿Cuánta gente conoces que lleva una vida que no quiere? Y sin embargo ahí está, conformándose, viendo cómo pasan los días sin pena ni gloria, auto justificándose continuamente en lugar de hacer algo para cambiar.

Las personas tenemos una enorme capacidad para encontrar justificaciones, de hecho aunque hagamos algo con lo que no estamos conformes, encontraremos justificación, por lo general echando "balones fuera" y derivando responsabilidades a otros. "Estuve obligado a hacerlo, yo no quería, me dijo que...", suelen ser de las más habituales. No debemos de olvidar que, en último grado, tan solo nosotros somos los responsables de nuestras acciones, o de la omisión de las mismas.

Sin embargo, así como tenemos capacidad para justificarnos, también la tenemos para comprometernos con nosotros mismos, y eso es algo vital para cristalizar el proceso del cambio, compromiso, acompañado de una gran dosis de voluntad.

Si quieres comenzar a cambiar tu vida, empieza por asumir la parte de responsabilidad que te corresponde, tanto para lo bueno como para lo malo.

Últimamente quizás la mejor de las justificaciones que se puedan encontrar es la crisis...sin embargo no hay que olvidar que la crisis está ahí, para ti, para mí, para todos...y en medio de la crisis hay empresas y gente que están funcionando y encontrando trabajo.


La opción fácil es quedarse lloriqueando en una esquina, sin embargo ¿Que aporta eso? NADA. Está en tu mano el sobreponerte a la situación y coger el toro por los cuernos. 

No debemos olvidar que no podemos cambiar nuestras circunstancias, pero en todo momento podemos elegir como reaccionamos ante ellas.

Puedes llorar...o vender pañuelos.

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29 de junio de 2020

Comunicación avanzada


¿Por qué constantemente pensamos o decimos: ”¡Es imposible hablar contigo!”. ¿Realmente nos resulta tan difícil comunicarnos?, pues la verdad es que no sabemos cómo hacerlo.


Lo cierto es que nadie nos ha enseñado, es una especie de ensayo – error que practicamos toda la vida, en un intento de transmitir nuestro sentir e intentar entender al otro.

Pero ¿qué es realmente comunicarse?, según la Real Academia Española, comunicación significa correspondencia entre dos o más personas, y correspondencia es relación y relación es conexión.

Imaginémonos que realmente podemos conectarnos con la persona a la que queremos comunicar algo, o esta se conecta con nosotros. Nos sentiríamos comprendidos, sería fácil comunicarse así.



Comunicar para mí es donarse, dar lo mejor de uno al otro, escuchando atentamente y expresándose asertivamente.

Pues en realidad, comunicar no es otra cosa que saber escuchar, si, escuchar atentamente, sin ir practicando una respuesta o excusa mientras nos hablan, sin ir fabricando la respuesta adecuada; simplemente escuchando fijando toda nuestra atención en el otro, tratando de comprender lo que siente, lo que realmente trata de decirnos.

Quien no sabe escuchar no podrá jamás comunicar con verdad, sólo hará críticas, demandas, exigirá, se convertirá en un “lanza ideas al aire”; pero no logrará realmente comunicarse.

Primero escucha, sin prejuicios, sin etiquetas, sin ideas preconcebidas, evitando filtros mentales que hacen que entendamos las cosas a nuestra manera, y no a la manera del otro.

Cuando logres esto, tendrás ganada la batalla de la comunicación, entonces podrás hablar asertivamente, sinceramente y con humildad.

Recuerda, se de las personas cuyas actitudes agregan valor

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25 de mayo de 2020

Motivador Auto-Motivado

Todo parte por personas motivadas: las ventas, el servicio al cliente, la producción o la asistencia entre áreas en una oficina serán mucho mas provechosos cuando las personas encuentran un sentido a sus actividades.




Muchas empresas buscan no solo motivar sus empleados sino mantenerlos en ese estado de manera permanente. Es que para muchas de ellas, es el recurso que representa el mayor nivel de inversión y saben que mas una persona es motivada, más productiva y rentable es.

Para mantener un alto nivel de motivación en una organización es importante fijarse en los factores que influyen. El ambiente físico, las condiciones de trabajo, el clima laboral y la percepción individual juegan un rol determinante en el alto grado de motivación.

Los motivos que originan atracción o rechazo a realizar una actividad pueden ser intrínsecos o externos sin embargo la sostenibilidad de la motivación es muy difícil de conseguir sin un gran guía. El líder en una organización no solo debe de jugar un rol de motivador, sino que debe ser sinceramente auto motivado para poder inspirar al resto de los colaboradores.

No existen soluciones llave en mano para lograr tal efecto en las personas, sino la actitud y la inspiración.

Consejos de auto motivación:

- Escoge ser feliz. Eres libre de tu actitud, decide tú como te quieres sentir hoy. Nada te puede derrumbar. 

- Deja tu zona de confort: La más grande barrera en encontrar tu potencial reside en tu área de confort. Grandes cosas pasan cuando te alejas de ella. 

- No le temas a los errores: disfruta los riesgos en la toma de decisión y aprende de tus caídas. 

- Termina lo que iniciaste: entrénate a sentir la satisfacción de logro. Empieza por cosas pequeñas y ponte metas altas. 

- No te dejes contaminar por el mal humor de demás, conviértelo en un juego para cambiarles el estado de ánimo y sacarles una sonrisa.




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22 de abril de 2020

No intentes cambiar al otro, cambia tú

“Todo el mundo quiere el cambio, pero nadie quiere cambiar”

¿Cuántas veces hemos intentando que otra persona cambie? Nuestra pareja, nuestra madre, un amigo, un compañero de trabajo… Parece que existe una extraña tendencia a querer que los demás cambien, y lo peor es que esto nos genera una gran frustración cuando vemos que no lo conseguimos.

¿Tan difícil es entender que no podemos cambiar a otro?

No intentes cambiar al otro, cambia tú, para que una persona cambie es imprescindible que quiera hacerlo. No depende de nosotros, sino de su propia voluntad.
No culpes a los demás de no ser cómo tú o de no ser cómo tú quieres que sean, pues seguro que tú no estás dispuesto a ser como quieran los demás.
Lo primero es entender que a las personas hay que aceptarlas tal y como son, y aceptar también que cada uno pensamos y sentimos de manera diferente. Esto, que parece tan obvio, en la realidad no lo es tanto.
A menudo nos empeñamos en cambiar actitudes o comportamientos de los demás sin tener en cuenta que algo que para nosotros puede ser muy importante para el otro no tiene por qué serlo, y al revés.
Tendemos a generalizar nuestras creencias hasta el punto de hacernos inflexibles sin apenas ser conscientes.

Acepta a las personas tal y como son
La eterna lucha por cambiar al otro pasa por la aceptación. Tienes que pensar que al final cada uno elige, aunque no siempre elijamos lo mejor. No puedes tener poder sobre los demás ni otorgarte una responsabilidad que no te pertenece.
Llegado este punto, piensa: ¿Para qué quieres que el otro cambie? Puede que la respuesta sea para que sea más feliz o para que sufra menos, aunque si profundizas un poco más quizás llegues a reconocer que sería para que tu relación con él mejore.
Y ahora te pregunto: ¿de qué otra forma podrías conseguir eso?

Empieza por cambiar tú
Si quieres que tu relación con otra persona cambie, empieza por cambiar tú. La mejor manera de mostrarle a los demás lo que quieres es mostrándote como ejemplo.
Si no te gusta que te griten, aprende a hablar con respeto a los demás sin subir el tono. Si no te gusta que te hagan esperar, sé puntual. Si no te gusta cómo se comporta tu pareja con tu madre, mejora tu relación con tu suegra; si no quieres que tus amigos se olviden de ti, llámales más a menudo.
Otra de las cosas que debes recordar si quieres mejorar la relación con alguien es que las personas no leemos mentes: si quieres o necesitas algo, pídelo.
Una de las cosas que más daño hace en las parejas y en las relaciones en general es esa manía que tenemos de esperar que el otro acierte o adivine aquello que tanta ilusión nos hace o las cosas que para nosotros son importantes.
¡Basta ya de tonterías! Las personas hacemos lo que creemos que es lo mejor en cada momento; si hay algo de otra persona que no te gusta o te está haciendo daño, díselo.

Cambiar tú para que todo cambie
Las relaciones son sistemas, de manera que si tú cambias, el sistema cambia, o lo que es lo mismo: si tú empiezas a comportarte de manera distinta con tu madre, ella también cambiará su forma de actuar contigo. Si no te gusta cómo ha hecho algo un amigo, muéstrale otra forma de hacer las cosas.
Si tú esperas que el otro haga algo, lo único que conseguirás es comprobar cómo el otro está esperando que lo hagas tú y así no habrá nunca forma de mover el puñetero sistema. Como dijo Robert Dilts: “Todo el mundo quiere el cambio, pero nadie quiere cambiar”.

Deja entonces de luchar y pelear para conseguir que otros cambien, entre otras cosas porque a estas alturas ya deberías saber que no es algo que dependa de ti.

Acepta que cada persona es un mundo y que gobernar tu propio mundo ya supone suficiente faena.

Así que recuerda las palabras de Ghandi:
 "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo."


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14 de abril de 2020

Talento: ¿Cómo potenciar el talento individual y en la empresa? Parte II


Tener talento o ser una persona talentosa implica reconocer no sólo los conocimientos, las habilidades, el compromiso y la acción propios para sacar a flote y de manera óptima determinado proyecto, sino también, identificar fortalezas y amenazas (o debilidades) propias y del entorno; supone, pues, reconocerse como individuo, pero como individuo social cuyas acciones se instauran en un marco social específico, marco que afecta al ser y su actuar.

Las organizaciones requieren con urgencia colaboradores talentosos en las diversas áreas o departamentos que las conforman, personal comprometido, participativo, capacitado, competente, analítico y con visión (entre otros aspectos). Las organizaciones deben estar en la capacidad de reconocer, atraer, apoyar y no dejar perder a estos talentos.

Así pues, las organizaciones deben ser capaces de implicar e involucrar al personal, invirtiendo los sistemas de control por parte de la gestión y asumiendo la importancia de retener el talento, no sólo con procesos de gestión humana que favorezcan su desarrollo, sino también teniendo en cuenta otros aspectos, como los se mencionan a continuación:

ASPECTOS
DESCRIPCIÓN
Conexión del personal con la estrategia de la empresa, su misión, visión y valores.
El personal debe saber hacia dónde va su empresa y cuál es su contribución para su desarrollo y avance.
Compromiso del personal con los objetivos de la empresa.
El personal debe tener claros los objetivos de la organización, así como también las razones de dichos objetivos. Asimismo, la organización  debe motivar al personal para su máximo desempeño, atraer esfuerzos extras y lograr un ambiente de trabajo óptimo.
Medición del personal
Se evalúa lo que el personal  está tratando de hacer y sus resultados. La medición  ayuda a entender su nivel de contribución y cómo mejorar.
Creación buenos estilos gerenciales
Motivan y fortalecen el trabajo con personas talentosas en empresas innovadoras; dirigidas hacia cambios proactivos y productivas.
Evaluaciones del clima organizacional
Permiten conocer cuál es la percepción de los colaboradores de su entorno laboral, sus necesidades, actitudes y su identificación con lo que están haciendo y  con la empresa.
Culturas de alto desempeño y desarrollo de competencias
Comparten valores y conllevan a procesos de mejoramiento e innovación.

Otro factor humano importante en la gestión cultural, que se refiere a la formación y capacitación del personal.

Así las cosas, desarrollar talentos no es una tarea que corresponde solamente al individuo como tal, en su análisis de introspección, sino también a su entorno. En el ámbito empresarial, es responsabilidad de la gestión de talento humano, o recursos humanos, descubrir, impulsar y retener estos talentos por medio de diferentes estrategias y del análisis de los aspectos analizados en el presente artículo.


MPC Coaching


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