A lo largo de nuestras vidas, nos vemos en situaciones que nos llenan de felicidad, que nos hacen crecer, que nos motivan, transitamos caminos que nos llevan a donde queremos o a sitios equivocados, donde los obstáculos nos hacen tropezar y muchas veces caernos… Con frecuencia no nos percatamos de nuestras capacidades para sobreponernos a las situaciones de conflicto, aunque esto sea parte de nuestro transcurrir por la vida.
Mientras más conscientes estemos de nuestras capacidades, mientras mayor confianza tengamos en nosotros mismos, mientras tengamos una pre-concepción de lo que nos merecemos y estemos claros de lo que queremos y de lo que no en nuestra vida, más fácil nos resultará percatarnos de las oportunidades que se nos presenten.
Lo mejor de la vida es que siempre podremos comenzar de nuevo, siempre tenemos una nueva oportunidad para escribir nuestra historia, seamos conscientes de ello o no, todos los días escribimos nuevos capítulos de nuestro libro de vida y somos nosotros los únicos que decidimos si el capítulo es una continuación de lo que venimos haciendo o si damos un vuelco a la historia y decidimos cambiar el rumbo.
Para cambiar el rumbo, para realizar cambios sustanciales es necesario que cerremos los ciclos de la mejor manera, que aprendamos a soltar y a dejar ir lo que nos afectan o bien idear un plan de reconstrucción de lo que venimos viviendo con el fin de que lo que hagamos nos haga feliz y que cada línea esté vinculada a llevarnos al sitio que pensamos que es el mejor para nosotros.
Si algo no nos gusta, tenemos la opción de modificarlo o de apartarnos si no es posible llevar a cabo un cambio o si nuestro alcance no es tan amplio como para generar una situación diferente, en todo caso debemos hacer uso de la aceptación de cada situación como si nosotros expresamente hubiésemos elegido esa vivencia, sin resistirnos, solo aceptando las cosas tal y como son. Cuando dejamos de resistirnos todo comienza a ser más sencillo, fluimos con las situaciones y es factible realizar las acciones necesarias que nos permitan recomenzar.
Es necesario tomar las lecciones de cada una de las situaciones, no vivimos nada por casualidad y si decidimos replantearnos nuestra vida a través de alguna oportunidad, resulta de mucha utilidad llevar en nuestro equipaje el aprendizaje al cual hemos estado expuestos, puesto que en caso contrario nos encontraremos reviviendo uno de nuestros viejos capítulos y nuestra oportunidad de hacer las cosas de forma diferente no será más que un recomienzo de una vivencia similar.
Nuestra experiencia vital es todo un regalo y está en nosotros aprovecharla al máximo, a ciencia cierta no estamos seguros de qué ocurrirá luego de nuestro tránsito por este plano, por lo que resulta interesante enfocarnos en esta vida como si fuese nuestra única oportunidad… Nuestra única oportunidad de qué específicamente?.. Pues de ser felices, de vivir a plenitud, haciendo lo que nos gusta, presentando coherencia entre lo que sentimos, pensamos y hacemos… Así que aprovecha el hecho de poder ajustar tu vida a lo que quieres, de cambiar tu realidad, de sentirte pleno con lo que haces y con las personas que tienes a tu alrededor.
“Decide ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decide ver cada noche como un misterio a resolver, decide ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.”
― Walt Disney
Nunca es tarde, no importa lo que estemos viviendo, no importa la edad o la circunstancia, lo importante es hacernos conscientes de que cada día podemos cambiar nuestro destino, porque éste solo tiene un autor y somos nosotros mismos.
MPC Coaching
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