6 de febrero de 2013

La persuasión en los medios de comunicación (Primera Parte)


Cada día, no cabe duda que las estrategias de publicidad afinan con mayor detalle su intención de provocar interés en los espectadores, clientes y posibles consumidores. Estos esfuerzos se han convertido en ejercicios de absoluta creatividad para lograr el propósito anhelado: persuadir.
En su acepción más pura -específicamente según la RAE- la persuasión implica la “aprehensión o juicio que se forma en virtud de un fundamento”.  En una sencilla búsqueda por las redes cibernéticas, es posible encontrar cientos de definiciones sobre este término que le llevarán al mismo lugar: persuadir significa “cambiar su juicio”, “modificar su pensar”, “establecer un comportamiento”, todo luego de influir en sus conocimientos por medio de argumentos.  Entonces, según el alcance y la penetración de los medios de comunicación, es lógico suponer que estos mensajes se emitan a través de estos canales para cautivar a las masas.
           Precisamente, ese interés por el alcance masivo de la persuasión ya provocaba grandes preocupaciones desde inicios del siglo pasado.  Con las reflexiones del teórico social Harold Lasswell sobre las técnicas de propaganda utilizadas para la Primera Guerra Mundial, ya se advertía de “la irracionalidad de las masas” que sucumbían ante la manipulación.  Esta estrategia sentó un precedente para el desarrollo de los medios masivos que hoy sufren grandes transformaciones, entre ellas, la integración de la televisión digital anunciada para el 2009.

5 de febrero de 2013

La Ley de la Atracción (Parte 2)


Nuestros sentimientos desempeñan un papel importante en permitir el resultado. ¿En qué medida creemos y esperamos ver el resultado de nuestro deseo manifestándose en nuestras vidas? Si queremos empezar con entusiasmo, pero luego perdemos la fe porque no lo conseguimos lo suficientemente pronto, no estamos permitiendo. Si queremos algo, pero pensamos que no lo merecemos o no tenemos capacidades para ello, entonces no estamos permitiendo. Si deseamos algo, pero tenemos miedo por el cambio que vamos a realizar, entonces no estamos permitiendo. Si te sientes bien acerca de lo que deseas, lo que estás haciendo es convertir una posibilidad en oportunidad y aprovechar al máximo tu seguridad con lo que quieres alcanzar. Si, por el contrario, te sientes mal acerca de los cambios, miedos o conflictos que supone el deseo que quieres alcanzar, estás alejando tu deseo a una larga distancia de ti.

De igual forma, nuestros sentimientos SIEMPRE son lo que estamos atrayendo en cada momento. Ellos son nuestros GPS incorporado. Permitir que se dé el resultado es tener el sentimiento de fe y esperanza acerca de lo que tu deseas y de los logros que quieres alcanzar. De acuerdo a esta ley, el estado de permitir se puede aprender. Sólo requiere un poco de esfuerzo y constancia, y el aprendizaje de ciertas habilidades esenciales que nos permitan gestionar mejor nuestras emociones y pensamientos hacia nosotros mismos y hacia los demás. Después, formarán parte de nuestra energía como parte de la materia que somos en el conjunto del Universo.
¡Esto es emocionante! Te permite tener una vida de propósito, alegría y realización. Tú te lo mereces, y los que quieres y te rodean también lo merecen. Consiste en vivir de verdad, siendo positivo y entusiasta. Y queremos animarte para que te conviertas en un imán que atrae realidades positivas.

El Coaching es un verdadero catalizador de la Ley de la Atracción. Un Coach acompaña a su Cliente (Coachee) en este camino que le permite atraer a su vida éxito, realización, cambio, crecimiento, mejora y definitivamente, alcanzar sus metas. 

¿Se considera usted un catalizador de éxitos?

En MPC Coaching, nos gustaría mucho poder agendar una cita para platicar de las necesidades de su empresa, ya que contamos con sesiones “a la medida" según se presente la necesidad en su equipo de trabajo. Queremos unirnos a su equipo de trabajo, brindándoles servicio y atención personalizada con innovación en propuestas e ideas. Para mas información escribanos ampccoachingcontacto@gmail.com 

4 de febrero de 2013

La Ley de la Atracción (Parte 1)


Todo lo que nos rodea vibra; cada trozo de existencia es una forma de energía. Esto no es sólo metafórico, es un hecho científico. De esta enorme masa de energía que forma el conjunto de todo el universo, los seres vivos y otras formas que lo habitamos, la materia se va formando. Esto ocurre a través de acuerdos específicos. Por ejemplo, las partículas deben de estar dispuestas de una cierta manera y dentro de una cierta distancia. Si tomamos como ejemplo el carbono, según sea la disposición de su estructura molecular, se puede transformar en grafito, un material blando y vulgar, o en diamante, el mineral de mayor dureza y más precioso. ¿Cómo funciona la Ley de la Atraccióny cómo encaja en todo esto?

La Ley de la Atracción nos dice que lo que tú piensas constantemente y las emociones que sientes es lo que tú vas a atraer. De hecho, las emociones pueden ser buenas o malas. A la Ley de la Atracción no le importa. Si deseas, actúas y sientes negativamente, lo más probable es que recibas negatividad. Por otro lado, si deseas, actúas y sientes positivamente, lo más probable es que recibas lo positivo.

Lo más prominente en tu conciencia es lo que más probablemente vas a atraer a la realidad. La forma en que esto sucede es a través del pensamiento y a través de los sentimientos. La Ley de Atracción opera bajo estas tres simples premisas, a saber:

Primero: tú deseas. ¿Qué es lo que deseas ser, hacer y tener? ¿Cómo te vas a sentir una vez que lo seas, lo hagas o lo tengas?

Segundo: viene dado. ¡Siempre! Cualquiera que sean los pensamientos o sentimientos, literalmente, empiezan a tomar forma. Es la ley.

Tercero: permitir y esperar el resultado. Esta es la parte más difícil de conseguir para muchas personas.